una chica de 16 años, alegre y amable que guarda un secreto oscuro y un chico de 17 años, callado y frío. ambos se topan con la maldita realidad en la que vivimos. ¿ Que pasará con ambos?
Otro día normal como siempre, me aliste rápido porque ya era tarde, me acomode el uniforme que es más o menos así.
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Aunque yo siempre me pongo mi chaqueta oscura encima. Luego de alistarme baje rápido a la cocina donde mi mamá estaba terminando de hacer el desayuno.
- hola mamá, buenos días- dije cuando entré a la cocina.
- buenos días hijo, ya está tu desayuno listo- respondió con una amble sonrisa.
- bien, solo tomare este jugo, ya se me hizo tarde- dije mientras tomaba el jugó y ponía el vaso en la mesa.
- pero hijo, eso es muy poco- grito mi mamá porque yo ya estaba en la puerta de la casa.
- no te preocupes, comprare algo en la cafetería- grite mientras salia corriendo de la casa.
Minutos después llegue ala escuela, todos se me quedaban viendo y murmuraban, pero jamás me ha importado lo que digan los demás así que no le preste atención, justo cuando estaba entrando a mi salón, en el otro salón pude ver a lía entrando al mismo tiempo, al parecer ella siempre llega tarde, entre de inmediato y tome asiento, me acomode los auriculares y escuche música mientras esperaba al profesor, aún que no dejaba de pensar en lía, es una chica muy impulsiva y extrovertida.
Aún no entiendo porque ella querría ser novia de alguien como yo aunque solo sea trato entre ella y yo, no tenía que hacer todo esto solo para convencer a su amiga, pudo haberle dicho que la rechace, no la entiendo.
Pase casi toda la clase pensando eso, pero el momento del descanso llegó y salí para ir ala cafetería a comprar un sándwich, pero en el pasillo vía a lía, todos se reían ligeramente y no entendía porque, pero al acercarme un poco más a ella, lo entendí, rápidamente me quite mi chaqueta y la coloque en su cintura, al sentir eso ella se dio la vuelta y yo quedé viendo a la venta.
-oye que te pasa- dijo volteando a ver.
-solo cúbrete y será mejor que pidas una constancia en la enfermería y vallas a tu casa- dije mientras miraba por la ventana del pasillo.
-he, pero porque, que pasa- dijo agarrando la manga de mi camisa con una expresión de confusión.
- lo que pasa es que tú falda está manchada- le respondí poniendo mi mano izquierda en mi cara con algo de vergüenza.
- he, es enserio- dijo con su tono de voz alterado y se veía avergonzada.
- pero que tonta eres, vamos- le dije tomándola de la mano y caminando en dirección a la enfermería.
Al momento que tome su mano, me di cuenta que jamás había tomado la mano de una chica y la verdad se sentía tan suave, unos minutos después llegamos a la enfermería y sin decir ni una sola palabra me retire y me dirigí a la cafetería, tome mi sándwich y regrese al salón de clases, me sentía muy avergonzado por lo que hice de tomarle la mano así de la nada, no es propio de mí, pero que me pasa.
Después de toda esa experiencia, todo transcurrió normal para mí, después de clases regrese a mi casa y fui directo a mi habitación, sin nada que hacer me puse a leer un libro, titulado "la oscuridad de la Luna" el cual ya estaba a punto de terminar, claro no se los mencioné antes pero yo trabajo de voluntario en la biblioteca de la comunidad.
PV lía:
No puedo creer todo lo que pasó ayer, pero era de esperarse por la maldita realidad, sin darme cuenta ya era el siguiente día y ya me encontraba en la escuela, como ayer no llego Luis a clases hoy tenía que preguntarle porque.
Estaba en la entrada del salón cuando Luis apareció tras mío.
- oye, chica porque no entras- pregunto alguien tras mío dándome un pequeño golpe en la cabeza.
- oye, que te pasa Luis, ya deja de pegarme en la cabeza cada vez que me vez- dije haciendo un puchero.
- perdona, algodón de azúcar- dijo burlándose de mi y luego entrando al salón.
- no me digas así, mejor dime porque no asististe ayer a clases- pregunté mientras me tomaba asiento.
- no es nada, solo tuve que atender unos asuntos- dijo acomodando su mochila, pero se veía una cara de tristeza cuando lo dijo.
- bueno, pero no vuelvas a faltar, de acuerdo- dije con una sonrisa, para animarlo.
- de acuerdo- dijo respondiendo con una sonrisa.
- y tu Eva, como estas- pregunté volviéndome a Eva que estaba sentada frente mío.
- bien, aunque quería saber, porque no traes a tu novio aqui con nosotros- dijo Eva cruzando los brazos.
- bueno, es que es algo serio y no le gusta socializar mucho - dije con nerviosismo ante la pregunta de Eva.
- ¿Que? Cual novio, lía- pregunto Luis casi gritando, con una mirada de sorpresa.
- que tonto eres, no sabes que lía ya tiene novio- dijo Eva subiendo una de sus cejas.
- pues no lo sabía porque ustedes nunca me cuentan las cosas- dijo Luis haciendo un puchero.
- lo siento mucho, Luis es que apenas comenzamos la relación antier- le respondí con un poco de inseguridad, tratando de explicarle la situación.
- hum, y quién es el afortunado- dijo tratando de burlarse de mí.
- pues verás es- dije pero fui interrumpida por otra voz desde la entrada del salón.
