Cap. 5: "Un pequeño detalle..."

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Se cancela lo de los dos capítulos,  a cambio les dejo uno largo,  besos💋

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La noche los acechaba a ellos y al pueblo en general, pero la falta de luz no era razón para no seguir caminando por aquellas calles sin preocupaciones.

Ambos se habían olvidado del hecho de que estaban ahí por un portal en el cuarto del mayor, ahora mismo solo iban uno al lado del otro conversando y riendo de chistes o anécdotas que se contaban.

La noche por fin los alcanzó y el frío se hizo presente entre ellos. Caminaron pero esta vez algo incómodos a causa del ambiente poco reconfortante.

-Sabes Steve, adoro caminar contigo y hablar de cualquier cosa, pero hay un pequeño detalle...-.Hizo una pausa y Steve ya se había parado frente a él para escuchar lo que tenia para decir.- Por si no lo has notado, es de noche y hace frío. No se tú, pero yo no recuerdo la ubicación del portal, y otra cosa es que me estoy muriendo de hambre.

-Comeme a mí...-.Steve murmuró más alto de lo esperado, ya que el otro lo llegó a escuchar.

-Cuando quieras Harrington, pero ahora, ¿dónde mierda vamos a dormir?

Ninguno había pensado en eso.

Se miraron durante algunos segundos sin emitir ningún sonido hasta que Eddie volvió a hablar.

-Si tienes otra idea dímela, pero yo diría de preguntar en alguna casa a ver si nos podemos quedar a dormir, y con suerte nos darán de comer algo, aunque claro yo te comería a ti de postre-. El castaño rodó los ojos ante el último comentario, pensó durante unos segundos y al fin contestó.

-Bien, no tengo una mejor idea y al parecer en este lugar la gente es muy cortés y tratable, mejor apurémonos a escoger una casa en la cual preguntar, el hambre me está matando-. Puso una mano en su estómago y se sobó divertido.

Tiempo después encontraron un barrio prometedor y al parecer de buena gente, observaron a su alrededor en busca de un elegido y toda su atención fue robada por una casa en particular. Al querer llamar a Eddie para sugerirle aquel lugar, él ya lo estaba observando detenidamente.

-El que llega último es gallina-. Habló el de pelo rizado mientras corría en dirección a aquel hogar.

-Que maduro Munson-. Dejó salir una risa de su boca para también correr detrás de aquel chico.

Le quedaba aproximadamente medio metro para alcanzarlo, pero aquel chico frenó de golpe haciéndolo estamparse contra su espalda y parte de su trasero.

-L-lo siento, pero avísame qué vas a frenar idiota-. Se excusó nervioso, aunque no tanto como antes, se estaba acostumbrado.

El metalero no dijo nada y se volteó hacia la puerta de aquella casa, levantó un brazo y con dos golpes llamó a la gente que allí dentro se encontraba.

La respuesta fue casi inmediata, la puerta se abrió dejando ver a una muchacha un tanto joven, unos veintitantos años, pelo negro liso y un pijama a cuadros.

-Oh, hola, perdonen las pintas-. Sonrió ante la presencia de los chicos e hizo una pausa.-¿Que los trae a mi humilde morada, guapos?

-Bueno nosotr-. No pudo terminar de hablar porque Eddie lo interrumpió.

-Hola, buenas noches señorita-. Le ofreció la mano y ella se la estrechó, Steve por cortesía hizo exactamente lo mismo.-Lo que pasa es que vinimos de visita, al pueblo y el hotel en el que nos ibamos a quedar tuvo que evacuar por una especie de plaga, y al no tener otro lugar donde quedarnos decidimos tocar una puerta y probar suerte-. Hablaba de forma tan natural aquella mentira que hasta él mismo se la creyó.

-Oh, en ese caso adelante, mi casa es su casa-.(Eddie vive en un tráiler XD) Se hizo a un lado y con la mano los invitó a entrar.

-Muchisimas gracias, por cierto, yo soy Steve y él es Eddie-. Ambos entraron a la casa y cuál mayordomo se quedaron esperando órdenes de aquella amigable mujer.

-No es nada, tengo una habitación libre para visitas, y por cierto, soy Kiara-. La sonrisa no se iba del rostro de la muchacha y Steve notaba cómo la atención era mayormente acaparada por Eddie.

De algún modo eso le molestó, ni él sabía por qué, pero aquella sensación no se iba por más que intentara alejarla.

Decidió ignorar la idea de los celos. ¿Él celoso por Eddie? Ni en sueños, decidió pensar que solo le molestaba que no le prestara tanta atención a él.

-Siéntenese porfavor, estaba a punto de comer, menos mal que me pasé con los fideos-. Dejó salir una risita y puso la fuente de los fideos sobre la mesa (no se como le dicen ustedes pero fuente es tipo donde se pone la comida para servirla :v)

-Wow, tiene buena pinta, muchas gracias Kiarita-. Aquel apodo le revolvió el estómago; solo a él le podía decir un diminutivo con su nombre.

La cena la pasaron entre risas, historias e información sobre la habitación en la que se iban a quedar.

Terminaron de comer y Steve se ofreció a lavar los platos, Kiara negó repetidas ocasiones pero persistió diciéndole que era lo menos que podía hacer para agradecerle.

Se había levantado las mangas de su buzo, buscó el jabón, una esponja y se dispuso a lavar la losa mientras tarareaba una canción.

Sentia una mirada penetrante en si nuca, pero como Eddie y la chica estaban hablando comúnmente decidió ignorarlo.

-Bueno chicos, voy a preparar la habitación, ahora vuelvo-. Dicho y echo, se fue por el pasillo dejándolos solos.

Escuchó unos pasos acercándose y se estremeció al sentir unas manos en su cadera y una voz en su cuello.-Lindas vistas las mías desde ahí atrás, pero esto es mejor-. Dios, de donde sacó la confianza para acercarse y agarrarlo a su gusto asi como así.

Se dio la vuelta en busca de encararlo y preguntarle acerca de lo sucedido, pero se vio acorralado contra la mesada de la cocina, los brazos del otro recostados con fuerza sobre la mesa sin dejarlo salir de allí. Levantó un poco la mirada encontrándose con los ojos marrones de Eddie mirándolo como para comerlo.

-Hola chicos, ya volví-. Munson se hizo para atrás en el momento justo que Kiara llegó a la escena.-¿Que hacían?-. Preguntó sin intensión alguna mientras abría la heladera y sacaba una manzana.

-Oh nada, le preguntaba si necesitaba ayuda, pero ya terminó-. Como mierda podía sonad tan normal cuando Steve estaba a punto de explotar a causa de los nervios y un calor extremadamente fuerte en sus mejillas.

-¿Quieren?-. Les ofreció una manzana y ambos negaron, se encogió de hombros y le dio otra mordida a la suya.

Después de que Stevie pudiera calmar su interior, decidieron que era hora de acostarse, el reloj en la pared marcaba las 11:32 pm y Kiara los guiaba hacia su dormitorio temporal.

-Aqui es, no es muy grande pero espero que puedan estar cómodos, cualquier cosa estoy al final del pasillo y el baño es la otra puerta, buenas noches-. Se fue dejándolos solos.

!Los amigos no se comen! [Steddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora