Seis

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El fin de semana pasó rápido, Louis prefirió no intervenir demasiado en la visita de los amigos de Harry, aunque Niall era adorable, hablándole a cada momento esperando por alguna respuesta, Louis se sentía apenado de no poder darle lo que necesitaba.

Harry se despidió de los chicos y cerró la puerta por fin, soltó un suspiro y caminó hasta el sofá dejándose caer en este, el sofá se hundió a su lado y el rizado sonrió.

— Te prometo que limpiaré toda la casa, se que dejamos un desastre, lo siento, los chicos son muy inquietos — Hizo una ligera mueca.

El tacto del chico de ojos azules en la mano del rizado lo hizo suspirar más tranquilo, estaban llevando una buena relación.

— Espera aquí, traeré mi portátil y la grabadora — Se puso de pie.

Caminó rápidamente hasta la habitación y tomó su portátil, tomó la grabadora del buró y volvió con ansias hasta el sofá, se sacó los zapatos para ponerse más cómodo y abrió su portátil mientras encendía la grabadora.

— Dime cual es el nombre de ese hijo de puta — Murmuró el rizado. Tras un silencio largo por fin escuchó su voz.

— Sam Fender — Murmuró.

— Horrible nombre si me lo preguntas —Bufó mientras tecleaba.

— Es un idiota, un drogadicto y alcoholico, debí darme cuenta antes —Suspiró.

— No es tu culpa, Lou — Murmuró mirando la pantalla.

— ¿Que estás haciendo?

— Intento encontrarlo, tal vez por alguna red social, soy bueno investigando —Asintió.

— ¿Para que quieres hacer eso? —Suspiró.

— Por que necesito que pague por lo que hizo —Frunció el ceño.

— No te metas en problemas, tonto, deja eso, ya ni siquiera importa —Murmuró frustrado.

— ¡Claro que importa! La justicia para ti importa — Respondió con la misma frustración.

— La policía no hará nada ya, solo conseguirás que te haga algo, ese tipo tiene contactos peligrosos, deja eso ¡No seas idiota! —Pidió.

— No te escucharé — Se encogió de hombros.

No se escuchó más en la grabadora, el sillón volvió a la normalidad y enseguida el portazo en la sala hizo al rizado cerrar sus ojos, maldijo por lo bajo pero continuó su búsqueda.

***

La mitad de la semana ya había llegado y Louis no quería manifestarse, Harry había intentado ya de todo, pero ni siquiera el dejar los platos sucios parecía importarle, estaba realmente molesto con el rizado.

Aquel día después de la universidad decidió caminar por las calles en busca de alguna florería, para su buena suerte no había una muy lejos de casa, compró un girasol grande y brillante y también una bolsa de semillas.

Pagó todo y agradeció tomando las cosas para continuar su camino a casa con sus auriculares puestos, el simple hecho de imaginar la sonrisa del castaño de ojos azules lo hizo sentir mariposas en el estómago, esa sonrisa que amaba ver plasmada en imágenes, se había descubierto a él mismo adicto a ver las fotografías del castaño en Instagram antes de dormir.

Entre tantos pensamientos por fin llegó a la casa, dejó su mochila en el perchero y caminó hasta la habitación, se sentó en la cama frente al espejo y aclaró su garganta a sí mismo encendiendo la grabadora.

— Hola, Louis, se que quizá aún no quieras hablar conmigo, lo entiendo, he buscado una florería hoy y te he traído un girasol, el solo imaginarte emocionado por ello me puso de buenas —Miró el girasol en sus manos. — Lamento mi comportamiento, pero es frustrante, es impotente, Lou.

HUESPED. HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora