Uno

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Sujetó con fuerza el mango de sus maletas mientras que sus ojos verdes examinaban la puerta principal de esa casa ya familiar para él. Tan solo meses atrás había firmado el contrato para alquilarla al inicio de su primer semestre en la universidad.

Sacó sus nuevas llaves y caminó con sus maletas hasta la entrada, después de abrir por fin se adentró, observó los muebles con curiosidad y llevó sus maletas a la habitación, se arrojó a la cama y suspiró cerrando sus ojos, haría las compras necesarias por la mañana, hoy solo necesitaba descansar.

Pero sus ojos no pudieron permanecer cerrados tanto tiempo pues un estruendoso ruido en la entrada lo sobresaltó.

— Olvidé cerrar la puerta principal, las corrientes de aire si que son fuertes aquí — Hizo una ligera mueca cerrando sus ojos nuevamente.

Poco a poco el sueño fue venciéndolo por completo hasta que en posición fetal sobre la cama, se quedó plácidamente dormido por al menos tres horas.

Tras despertar aún perezoso decidió que lo mejor era darse un baño, niveló el agua hasta dejarla tibia y luego se desvistió frente al espejo, entre tarareos y perdido totalmente en sus pensamientos, por fin entró a la ducha.

Se dedicó a cantar mientras enjabonaba su cuerpo con lentitud y paciencia, el agua estaba relajando todo su cuerpo hasta que la cortina sé corrió con fuerza, Harry abrió sus ojos con sorpresa y tragó saliva asomando su cabeza, no había nada extraño y mucho menos alguna ventana que permitiera tal corriente de aire.

— ¿Que demonios ha sido eso? — Susurró volviendo a colocarse debajo del agua.

Se quitó el jabón y el shampoo lo más rápido que pudo, tomó una toalla para cercar su cuerpo y otra para su cabello, envolvió a la primera en su cintura y peinó hacia atrás sus rizos rebeldes para por fin salir del baño.

Había una sensación extraña que apenas podía percibir pero no quería volverlo real, no quería manifestar ningún tipo de ente extraño, así que solo caminó con más tranquilidad a la cocina.

Cuando tomó uno de los vasos para servirse un poco de agua, su móvil comenzó a sonar, suspiró respondiendo a su madre y dejó el vaso a la orilla de la isla.

— Hola mamá — Sonrió distraído.

— Harry estuve esperando tu llamada por horas ¿que sucedió? — Preguntó preocupada.

— Lo siento, debí llamarte pero llegue muy cansado y me quede dormido, luego me di un baño —Se encogió de hombros.

— ¿Y qué tal va todo? —Sonrió curiosa.

— No lo se, acabo de llegar —Soltó una risita.

— Algo habrás hecho ya — Se encogió de hombros.

— Solo dormir y un baño, mañana iré por la despensa, solo han sucedido un par de cosas — Intentó tomar el vaso antes de seguir hablando.

Pero el vaso ya no estaba donde lo había dejado, frunció el ceño guardando silencio mientras buscaba debajo de la isla el fastidioso vaso, levantó la cabeza de golpe lastimándose con la madera y gruñó frotando su craneo para minorar el dolor.

— ¿Harry? ¿Que fue ese ruido?

— No pasa nada mamá, solo ha sido — Observó el vaso del otro lado de la habitación — ¿Te puedo llamar más tarde?

— No por que ya será muy noche — Negó.

— Entonces mañana, tengo que colgar — Habló rápidamente.

No se permitió oír la respuesta de su madre pues colgó de inmediato, caminó con lentitud hasta el vaso y observó a su alrededor antes de tomarlo nuevamente.

— ¿Hay alguien aquí? —Cubrió su boca de inmediato — ¡No, no respondan!

Corrió fuera de la cocina hasta llegar nuevamente a la habitación y tomó su portátil, la colocó en el pequeño escritorio y la encendió con prisa, mordió sus uñas mientras esperaba a que sus mejores amigo respondiera a la videollamada, después de un minuto por fin lo hicieron.

— Hola Hazz ¿Como te está...estas desnudo frente a la cámara? — Liam abrió sus ojos con sorpresa.

— Te lo dije, Li, Harry siempre ha sido un exhibicionista — Habló Niall en el cuadro al lado del castaño.

— No, por favor eso no es importante ahora — Bufo sujetando mejor su toalla a la cadera.

— ¿Que pasa? Te ves pálido — Murmuró Liam.

— Algo raro está sucediendo en la casa, las puertas se azotan, las cosas cambian de lugar — Mordió su uña con nervios.

— Duendes — Explicó el chico rubio.

— ¿No existen solo en Irlanda? — Ladeó su cabeza con curiosidad.

— ¿Crees que los duendes no pueden mudarse? Uhm, te hace falta salir más, Harry — Miró sus uñas.

— No creo que sean duendes, Niall, no creo que sea nada, tal vez solo estas nervioso, es normal ahora que inicias una nueva etapa de tu vida, Harry — Se encogió de hombros mirándolo a través de la pantalla con sus ojos almendrados.

— No estoy loco, algo está sucediendo ¿recuerdan nuestro team? — Harry se sentó por fin frente al escritorio.

— ¡Cazafantasmas por siempre! — Niall canturreo el lema.

— Chicos, por Dios, estábamos en secundaria — Negó el castaño.

— Oye yo creo en los fantasmas — Frunció el ceño el rizado.

— Solo estas alterado, Harry, trata de dormir un poco, ordena algo para cenar y mira alguna película —Dijo Liam.

— ¿Por qué estás tratando de darme soluciones tan rápido? ¿No piensas quedarte a conversar más? — Arqueó una ceja.

— No, tengo una cita — Se encogió de hombros.

— Oh vamos Liam, ese tipo nunca te deja pasar tiempo con nosotros ya — Bufo Niall.

— Eso no es cierto, lo estoy pasando ahora, bien, debo colgar — Levantó su mano para despedirse.

— Estás volviéndote un traidor — Gruñó Harry.

La llamada con Liam finalizó y el rizado suspiró mirando a su amigo Niall quien le sonreía feliz.

— ¿Tienes algo mejor que hacer, Niall? — Preguntó.

— Claro que no, podría estar aquí toda la noche — Se encogió de hombros.

— Bien ¿Que era lo que hacíamos primero cuando creíamos que había un lugar embrujado? — Intentó recordar.

— Googlear como era un lugar embrujado — Habló el rubio — Quiero decir, realmente no lo hacíamos pero debimos

Harry trago saliva observando la oscuridad de afuera por la ventana de la habitación ¿estaba realmente seguro de hacer esto durante la noche? suspiró abriendo otra pestaña y miró el buscador por algunos segundos.

— Creo que debería hacer esto de día — Confesó con temor.

— Ha-Harry — Balbuceó el rubio — La puerta de tu habitación se abrió.

El rizado se giró rápidamente observando el portazo, todo su cuerpo se erizó dejándole los pelos de punta, maldijo internamente y suspiró cerrando el portátil ¿Que locura estaba haciendo?

Abrió su maleta tomando por fin su ropa interior y su pijama, se colocó todo con rapidez y encendió la televisión, quizá algo de caricaturas no vendrían tan mal esta noche.

— Prometo no molestarlo señor fantasma, solo déjeme dormir esta noche — Habló alto — Dios, Harry que estupidez estás haciendo, solo es tu mente jugando contigo — Susurró para sí mismo.

Sin nada de hambre y tratando de que la noche acabara pronto, se metió entre las sábanas, ahí se sentía resguardado y mientras continuaba viendo dibujos animados por fin se quedó dormido.

HUESPED. HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora