Diez

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Su teléfono sonaba con insistencia durante la madrugada de aquel día, con un bufido y pereza tanteo del otro lado de la cama para tomarlo, sin siquiera revisar el contacto respondió.

— ¿Si? — Balbuceó dormitado.

— Hice algo, debes venir — Susurró entre sollozos.

— ¿Zayn? — Se sentó de golpe mientras tallaba sus ojos. — ¿Dónde estas? ¿Por qué lloras?

— Cerca de los campos deportivos, en el departamento de Sam — Susurró. — Ven rápido.

— Carajo — Susurró. — Voy para allá, no hagas nada.

Colgó la llamada y suspiró tallando su cara para desperezarse, se levantó de inmediato colocándose un pans y una sudadera, mientras lo hacía Louis habló.

— ¿Qué sucede? ¿No son como las 3 de la mañana? — Murmuró.

— Parece que Zayn tiene un problema, necesita mi ayuda — Contestó.

— ¿Zayn? ¿Que más te dijo? — Se preocupó.

— No mucho, tranquilo, todo estará bien ¿de acuerdo? voy a ir a verlo ¿me das un beso? — Pidió tímido.

El castaño sonrió levemente y se inclinó besando con suavidad los labios del rizado, quien solo suspiró tranquilo por aquella sensación de satisfacción que le causó.

— Espero que solo sea una broma de Zayn — Susurró el castaño.

— ¿Una broma? — Preguntó confundido.

— A veces hacíamos este tipo de bromas a los chicos de la facultad, solo para molestar, pero debes ir, tal vez no lo sea.

Harry asintió despacio y tomó su cartera junto a las llaves para salir de casa, se abrazó así mismo por el frío de la oscuridad, hoy especialmente parecía hacer más que otros días.

Revisó su celular nuevamente ahora con la ubicación de Zayn en él, mordió su labio y comenzó a trotar hacia allá.

***

Aquel día de verano el calor parecía insoportable y para colmo era su primer día de clases en la universidad, temia no disfrutar de la experiencia pues era un poco reservado con los demás.

Así que solo llegó al salón de clases y buscó una zona alejada del resto, se sentó en silencio solo esperando a que la clase comenzara, cuando el profesor llegó todos se quedan en silencio, el hombre comenzó con la explicación del tema cuando un chico entró rápidamente al salón.

Llevaba una chaqueta negra, pantalones ajustados y perforaciones en sus orejas, Louis lo miró con curiosidad por algunos segundos mientras el chico era reprendido por el profesor, sin tomarle demasiada importancia caminó hasta los asientos, observó la zona donde Louis se encontraba y se encaminó hacia allá.

— Hey, me sentare aquí — Avisó sentándose frente a él.

— Bueno ya lo hiciste — Se encogió de hombros.

— ¿Tienes un bolígrafo? — Lo miró desinteresado.

— Creo que si — Rebuscó entre sus cosas.

— Y un cuaderno — Asintió.

— ¿A qué carajo vienes a la universidad? — Preguntó confundido.

Zayn sonrió divertido esperando por los útiles que había pedido prestados, el castaño sonrió de vuelta agradecido de que alguien le había agradado.

***
Harry observó el edificio desde la entrada, corroboró la dirección y por fin entró, el silencio que había era increíblemente inquietante, caminó despacio por las escaleras hasta llegar al tercer piso, la ubicación de Zayn marcaba detrás de la puerta con el número 10.

Inhaló profundo antes de tocar a la puerta, sintiendo una sensación extraña en su pecho, la puerta se abrió un par de minutos después y el alma de Harry cayó al suelo.

— La puta madre, Zayn — Cubrió su boca impactado.

— No se que hice — Sollozó con sus manos temblorosas.

Observó con sus ojos almendrados las manchas de líquido rojo en sus manos y el filoso cuchillo lleno de sangre.

— ¿Sigue con vida? — Susurró cerrando la puerta detrás de él.

— No lo creo — Negó rápidamente.

Harry caminó con prisa hasta la habitación continua viendo el cuerpo de Sam sin vida, lleno de puñaladas, tiró de su cabello frustrado ¿que suponía que pasaría ahora?

— Voy a llamar a la policía, dire todo. — Susurró Zayn aún estando en shock.

— No, No Zayn, creo que ya se que hacer — Murmuró mirándolo.

— ¿Que es lo que harás? — Esnifó confundido.

— Dame tu ropa, rápido — Comenzó a sacarse la sudadera.

El morocho aún consternado por lo sucedido, por el repentino ataque de ira que lo había llevado a hacer lo que hizo, aún así obedeció a las órdenes de Harry.

— Promete una cosa, Zayn — Continuó hablando el rizado. — Promete que no dejarás que nadie olvide lo que este maldito hijo de puta hizo, no permitas que nadie sienta compasión por el cabron — Escupió al cuerpo.

— ¿Q-que es lo que pretendes, Harry? — Murmuró entregándole su ropa ensangrentada.

— No te preocupes, todo estará bien, estoy feliz con mi decisión — Comenzó a colocarse la sudadera ensangrentada.

Tomó el arma homicida en sus manos frotándolo lo más que podía tratando de borrar las huellas de Zayn de todos lados.

— Intenta salir por la ventana, hay escaleras en el callejón del edificio, vete ya — Insistió.

Zayn asintió rápidamente ahora con la ropa de Harry puesta, caminó hasta la ventana de la habitación y la abrió intentando ser sigiloso.

El rizado suspiró observando el cuerpo sin vida, frunció el ceño y le lanzó una patada con ira, inhaló profundo antes de caminar a la puerta principal.

Se colocó el gorro de la sudadera mientras mantenía el cuchillo en sus manos, caminando por el pasillo principal de aquel edificio, algunas personas le veían asustado pero ninguno se atrevió a detenerlo, caminó por la calle esperando que todo el mundo pudiera verlo.

Tras un par de minutos caminando con los nervios de punta por fin llegó a casa siendo lo más sigiloso posible, suspiró peinando su cabello y dejó el cuchillo en el suelo.

— Harry — Susurró Louis observándolo, totalmente confundido.

El rizado sonrió con mucha más tranquilidad y caminó rápidamente a abrazarlo, lo hizo con demasiada fuerza para que Louis no pudiera irse, el castaño correspondió a su abrazo mientras derramaba unas cuantas lágrimas observando detrás de Harry su cuerpo desangrándose.

Fin.

Blue Eyed Killer, la historia de como un detective termina enamorado de un asesino serial, ya está disponible en mi perfil <3

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