Capítulo 3: POV Doofenshmirtz

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Después de volver de su segundo día de servicio comunitario como profesor de ciencias estaba exhausto. Se recostó en un sofá de su sala dejando a un lado su maletín.- ¿Quién diría que ser profesor sería tan cansado?-se dijo a sí mismo. Cerró sus ojos por unos momentos procurando no quedarse dormido.

-Buenas tardes señor.-dijo de pronto Norm que apareció sin hacer el menor ruido, provocando que el científico se sobresaltara.

-¡Norm! Ya te he dicho que no me asustes así.- reprendió al robot.

-¿Quiere un muffins, señor?-pregunto el robot ignorando el comentario del científico mientras mostraba ante él una bandeja de las golosinas.

-Arrggg... No voy a volver a cenar muffins, no me cayeron bien la última vez que me convenciste...-la sonrisa del robot se giro hasta una mueca de tristeza.-...Sabes, ¿Por qué no vas a hacer la cena? Ya sabes, una cena normal

-Sí, señor...-dijo Norm marchándose a la cocina.

-Y con normal, me refiero a sin pedazos de muffins.- le grito desde lo lejos. Volvió a recostarse y suspiro con cansancio. Esta vez evito cerrar los ojos, así que solo contemplo su espacio. Observo que habían varios inadores en su sala.-Supongo que como ahora soy bueno debería desmantelarlos...-se dijo tratando de ser racional.- Es una pena desarmarlas...-dijo algo nostálgico al pensar en todo el trabajo que le costo construirlos, lo cual no era tanto ya que podía hacer un inador al día, pero pensar en que ya no los usaría le causaba una sensación extraña como tristeza. Cuando era malvado y fabricaba sus inadores, siempre llegaba Perry el ornitorrinco para destruirlos...- Momento, si Perry el ornitorrinco siempre destruía mis inadores ¿Cómo es que aun tengo tantos?- observo la cantidad excesiva de inadores, algunos los había reconstruido y otros ni siquiera los había visto su enemigo.- Empezó a creer que si hubiera continuado siendo malvado, me hubiera convertido en un científico loco. ¿Por qué construí mas inadores?-se llevo su mano a su frente mientras suspiraba.- Mejor arreglo esto...- se dispuso a inhabilitar sus maquinas para dejar atrás su vida como alguien malvado.

Abrió la maquinaria de un inador y se adentro para buscar el cableado principal. Al igual que la mayoría de sus inadores todo estaba cableado por el botón de autodestrucción. Tomo una herramienta y comenzó a cortar los cables uno por uno. Observo el botón de autodestrucción, ese botón era como un símbolo de su persona. Suspiro al sentir otra vez esa sensación de tristeza.

A su mente llegaron varias de las peleas que tuvo con Perry. La mayoría las había ganado el ornitorrinco, sin embargo y a pesar de que nunca logro vencerlo, solo recordaba lo divertido que resulto todo después de esos intentos. Fue extraño pero esa tristeza repentina se fue tan rápida como llego y solo por pensar en su enemigo, digo... ex enemigo.-Bueno...supongo que como ya no somos enemigos somos amigos ¿no?-se decía a sí mismo.

En realidad siempre pensó que han sido amigos, Perry siempre lo apoyaba cuando quería hacer algo– que no sea malvado, claro.- Como, cuando lo acompaño a su reunión familiar y practicar kickball, o cuando lo acompaño a rectificar su licencia de conducción a Drusselstein, o cuando lo ayudo a buscar el gnomo de su familia para el día del padre. Admitía que esa vez fue desastrosa, por accidente rompió el gnomo. Aun así Perry lo acompaño, y si mas bien recordaba le había dicho al ornitorrinco que agradecía tener una relación que funcionara y que esa relación fuera con él.-Ahora que lo pienso eso sonó extraño.- por otra parte estaba algo sentimental cuando lo dijo. Se encogió de hombros y procedió a quitar el botón de autodestrucción.-No importa, los mejores amigos siempre se dicen cosas raras-Hizo una pausa.-Eso creo...-La verdad nunca había tenido un mejor amigo, Perry era el primero. Tras ese pensamiento soltó una risa.- Pareciera que siempre pienso en Perry el ornitorrinco. Sin querer, presiona su mano que estaba apoyada sobre el botón de autodestrucción, provocando una gran explosión.-Te odio Perry el ornitorrinco!-grito instintivamente.- Esperen, ese fui yo...-se dijo molesto con sí mismo al no recordar el cableado interno.

El humo provocado por la explosión comenzó a disiparse dejando ver la figura del ornitorrinco con una mueca de duda ante lo que acababa de ocurrir. El científico lo saludo con una sonrisa incomoda, esperando que no le diera tanta importancia a la explosión y a su típica frase que ya no debería utilizar puesto que ya no es malvado. Esperaba que el ornitorrinco no pensara que lo odia sin razón.

Aun así, Perry solo le sonrió y asintió con su cabeza devolviendo el saludo. Aunque decía ser bueno había cosas que parecían que nunca cambiarían.

El Agente OrnitorrincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora