Regreso a una Nueva vida

Día extraño

La mañana transcurrió terminando de organizar el trabajo pendiente y finalizando algunas reuniones antes de cerrar para las vacaciones durante un par de semanas.

-¿Tienes algún plan para estos días?-preguntó Atem mientras colocaba la última carpeta de documentos en la estantería de la oficina de Kaiba.

-Mokuba quiere que pasemos tiempo juntos y quería organizarlo él-respondió sin más tecleando en su portátil-¿Y tú?

-no se-dijo encogiéndose de hombros-supongo que pasar tiempo con Yugi e ir a la playa algún día, se que le apetece mucho y como Tea a venido unos días supongo que usaremos uno de estos para ir.

-¿A la playa?-se escuchó entonces la voz de Mokuba en la puerta de la oficina-nosotros también vamos a ir-dijo entrando con una sonrisa-¿porqué no vamos juntos?

-No querríamos molestar Mokuba-respondió sin más Atem

-Tonterías, nunca haríais eso, además Seto debería empezar a llevarse mejor con los demás ahora-respondió Mokuba con una de sus sonrisas llenas de picardía -eso me recuerda. He organizado una fiesta en casa para esta noche.

-¿Como que una fiesta?-preguntó entonces Kaiba.

-Si, en casa-sonrió-piscina, barbacoa... ya lo tengo todo listo. Venía a avisaros de que esta noche no hagáis planes-ambos lo miraron en silencio perplejos-no era esta la reacción que esperaba, me imaginaba algo más de alegría por vuestra parte. Pero... ya estáis avisados. Atem no hace falta que avises a Yugi, vendrá, y los demás también, ya los avisé yo y me están ayudando a prepararlo todo, hay que celebrar el inicio de las vacaciones!

-Pero Mokuba-empezó a decir Kaiba mientras su hermano se iba corriendo y cerrando la puerta entre risas.

-Sea ido-puntualizó Atem, el castaño suspiró y Atem sonrió-siempre hace contigo lo que quiere ¿lo has notado?-preguntó soltando una pequeña risita.

-Supongo que si, nunca se me a dado bien decirle que no.

A Atem le parecía algo muy bello, que el amor por su hermano le hiciese ceder a lo que este quería, cuando encima para Mokuba aquellas cosas eran algo bueno, siempre hacía algo que lograba que el castaño se relacionase más con las personas y que saliese de su zona de confort y un poco de aquella coraza de acero que había creado a su alrededor debido a su padrastro. ¿Lograría algún día resquebrajar un poco aquella coraza que la mantenía alejada incluso a ella? Este pensamiento entristeció un poco a la tricolor, lo que Kaiba notó en seguida.

-¿Ocurre algo?-preguntó entonces el castaño. Esta negó con la cabeza.

-Solo pensaba. Bueno, he terminado todo. ¿Te falta mucho rato?-preguntó entonces Atem mirando su mesa.

-Un par de documentos más. Puedes irte, si Mokuba a preparado algo puedes ir mientras a por Yugi.

-Muy bien-respondió de forma cortés-¿Nos vemos después?.-El castaño asintió en silencio sin quitar sus ojos de la pantalla. Hoy estaba tan absorto en su trabajo que ni siquiera se levantó a despedirse de Atem. La verdad es que desde esta mañana lo notaba distante ¿le habría molestado que Mokuba los descubriera?

Bajó en el ascensor pensativa mientras miraba la ciudad al atardecer a través del cristal. No sabía porqué se notaba algo triste, quizás el pensar que en las vacaciones no sabía cuando vería al castaño. Los últimos meses, a pesar de haberlos pasado juntos, habían sido meses ocultos y el mayor rato que pasaban era en el trabajo, ahora, en cambio, no sabía cuando lo vería y eso la ponía algo triste, si que era cierto que Kaiba siempre aprovechaba los ratos en los que Yugi salía con el grupo de amigos los fines de semana y, a veces, Atem lograba que la dejasen permanecer en casa con alguna excusa y entonces pasaban tiempo juntos, pero no era lo habitual, además, el día de hoy había sido un poco extraño.