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Me quedo ciego se escapó el color,ya no me toca ahora mas el sol, cada latido dice aún te amo, ¡Oh no!

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Me quedo ciego se escapó el color,
ya no me toca ahora mas el sol,
cada latido dice aún te amo, ¡Oh no!

-Se te olvidó, Kalimba

[...]


Dos meses habían transcurrido desde el triste desenlace del cual Zhan no podía salir.

De nuevo en la cama sin ganas de salir, sin ganas de ver el mundo como alguna vez lo veía.

Sin admirar, sin pintar, sin diseñar, sin fuerzas para seguir.

Sin trabajo el dinero hacía tanta falta en casa, el pago de la renta de aquel apartamento era pagado por su hermana, una vez más, la alacena se llenaba cada fin de semana por su hermano y sus cuidados, cada vez eran peores, sus ganas de morir incrementaba, sus ganas de rendirse se apoderaron de el.

Ya no sentía una salida, ya no era el, ya no veía una luz, una guía, ni una pisca de esperanza. El simplemente decidió rendirse.

Decidió ocultar el dolor de los demás por mucho tiempo, pero el tiempo se agota, el tiempo pasa y no se detiene, el tiempo no perdona.

Y ahí, ahí estaba el, de nuevo, sumido en su dolor y miseria, algunos podrían decirle patético, exagerado, sin sentido, pero nadie sabría por el dolor que pasaba, nadie sabía con lo que tenía que cargar, ni tampoco si sus intentos funcionaban al final del día, por qué el dolor se puede convertir en tu peor enemigo cuando logras que te consuma por completo, cuando no es tu mejor momento o simplemente cuando se ha luchado demaciado, y así le pasó a el, el deseaba no dejarse morir, deseaba poder olvidarlo todo de la noche a la mañana, deseaba tanto que no doliera, que no le afectará y deseaba seguir de pie como otras veces, pero su simple recuerdo le carcomía la memoria, por qué aún que lo dijera y tratara de convencerse de que no lo amaba, el aún lo amaba, con cada latido, cada ser suyo, lo hacía. Hundiendo su llanto y dolor en una copa o tal vez dos, en una o en montones de botellas de las cuales nadie sabía, de las cuales vivía.

Sobrevivía.

Sobrevivir... ¿Para qué?, ¿Tenía sentido alguno?, ¿Importaría si lo hiciera?, ¿Qué es para ti sobrevivir? ¿Qué beneficio tiene?

Si un alma no tiene el deseo de vivir es prácticamente imposible restaurarla.

Pero por suerte el aún tenía una oportunidad, o tal ves un par más, por qué aún no era su momento, la vida brilla siempre que se encuentra la esperanza, el amor y la compañía.

En aquel quirófano su oportunidad y esperanza renacía, volvería, si, el volverá a brillar. Por qué el dolor es tan momentáneo cómo tú se lo permitas.

 Por qué el dolor es tan momentáneo cómo tú se lo permitas

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𝙑𝙚𝙣𝙜𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙚𝙡𝙡𝙖. [𝙔𝙞𝙯𝙝𝙖𝙣]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora