Llego el día que atormenta a la mayoría de adolescentes en Chicago, a los que no saben que hacer de su futuro y tienen miedo de hacer la peor elección de su vida. Ese día es el día de las elecciones, me parece raro que se sigan llamando así, porque por algo están las pruebas ¿no?
Jannine insiste a que puedes elegir a donde ir, aunque todos sabemos que no es lo que ella quiere. Pero como todos los adolescentes tenemos miedo a ser abandonados, elegimos la facción que nos tocó en la prueba y no la que queremos.
Jannine es como la "presidente" cosa que es mentira porque no hay presidentes aquí. Hay líderes de cada facción, pero ella quiere ser líder de todos y como los habitantes de Chicago le tienen miedo al poder nadie hace nada.
Estábamos entrando al lugar donde iban a ser las elecciones, este estaba dividido en cinco tribunas muy grandes para cada facción y había un escenario con una mesa en el medio. La mesa tenía unos recipientes, cada uno con su respectiva facción y a un lado de ellos había una cuchilla.
La ceremonia comenzó y yo no tenía en claro lo que iba a hacer. Abnegación? No, muy aburridos. Me gusta ayudar a la gente pero no se si quiero una vida así. Verdad? No, no soy muy fuerte para aguantar que todos me digan la verdad siempre, eso debe doler. Osadía? No, no soy muy valiente. Pero me divierte ver como corren y parecen libres. Eso si, yo estoy bien físicamente pero puedo correr solo cinco cuadras y ya me falta el aire.
— ¡Olivia Davis!
Levante la vista y vi como los eruditos me miraban fijamente esperando que haga algo. Algunos me miraban con un semblante serio en sus caras, por que para ellos soy insignificante, pero otros me miraban con tristeza. Mire a mi madre y a mi padre. Ellos me miraban con una sonrisa cálida, me apoyan y eso me tranquiliza más. Me levante de mi asiento nerviosa. No por lo que sea mi destino, sino por el ahora. No sabía que hacer.
Me acerqué a la mesa, agarre la cuchilla y sin dudarlo la pase por mi mano. Era tan afilada que al mínimo tacto con mi piel ya me lastimó. Lleve mi mano directo a erudición pensando en mis padres, pero no es lo que quiero. La gota de sangre estaba a punto de caer de mi mano. Podía ver de reojo a Marcus, sonreía como un desgraciado.
Ahí supe que esto es lo que ellos querían, lo que los líderes querían, no lo que yo quería. Rápidamente, antes de que la gota de sangre pueda caer, coloque mi mano sobre el recipiente que estaba más cerca, el de osadía y deje que la gota de sangre se queme en el carbón caliente.
La sección de osadía explotó en aplausos. No sabía si llorar o sonreír ¿Esto es lo que quería? No lo sé.
Me giré para ver a mis padres. Se estaban abrazando pero no estaban mal, capaz que ellos sabían que esto iba a pasar. Seguro que lo sabían.
Me acerqué a donde estaban todos los osados y se ma acercó uno a darme un papel para limpiarme la sangre.
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Valentía
FanfictionOlivia Davis, una erudita que de inteligente no tenia un pelo. Aprendió a vivir en las sombras de su facción, hasta los 16 donde su vida dio un giro rotundo.