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Me desperté por unos ruidos a mi lado

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Me desperté por unos ruidos a mi lado. Abrí los ojos pero no se veía nada, estaba todo muy oscuro. Luego de un rato pude observar que los ruidos venían de la cama de tris. La vi que se estaba cambiando.

— Qué haces Tris? -susurre-

— Me voy a entrenar -susurró y se fue trotando-

Yo aproveché para cambiarme e irme al comedor a desayunar. Entre bostezando y pude ver a lo lejos a Zeke y a Merlene hablando y desayunando. Pero después de ellos no había nadie en el comedor.

Me senté en una mesa vacía y agarre un poco de café. Me estaba por quedar dormida con la taza en la mano cuando siento que alguien se sienta conmigo en la mesa.

— Son incómodas las camas o necesitas un ibuprofeno? -bromeó-

— Mira quien lo dice, no hay espejos en tu zona de osadía? -bromeé-

— Que graciosa.

Uriah agarró una taza y se sirvió café en ella.

— Probaste la tarta de chocolate? Es genial

Me reí de él y de su asombro por la comida.

— No, de hecho me tengo que ir ahora pero igual Gracias por hacerme reír.

Me levante de la mesa y Uríah me saludo con la mano. Me encamine hacia la zona de entrenamiento con mi taza de café en la mano. Entre y la vi a Tris golpeando el saco de boxeo así que me acerqué a ella.

— Me gusta que tengas disciplina -le dije haciéndola sobresaltar en su lugar-

— Me asustaste.

— Era la idea -sonreí y me senté sobre la mesa que estaba a un lado de los sacos- Porque estas tan preocupada Tris?

— No estoy preocupada, solo no quiero quedarme sin facción -hablo mientras golpeaba el saco-

— Aparte de eso yo creo qué hay otra cosa más -comenté observándola bien- Es frustración? -tris dejó de entrenar- Si, es frustración. Cuéntame Tris, que es lo que te frustra? -hable molestándola-

— No es frustración, no se de que hablas -se giró a mirarme algo molesta-

— Si que lo es, te frustra algo. Es un chico?

— No -se puso roja y se dio vuelta para pegarle al saco otra vez-

— Si, es un chico!

Me levante de la mesa y empecé a molestarla.

— Liv para, tengo que seguir entrenando.

— Bueno me voy, pero esto no queda aquí -le apunte con mi dedo y me fui mientras ella rodaba los ojos y volvía a lo suyo-

— Bueno me voy, pero esto no queda aquí -le apunte con mi dedo y me fui mientras ella rodaba los ojos y volvía a lo suyo-

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Valentía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora