-No puedo creer que explotara así... -farfulló Isabelle una vez que estuvieron en la habitación de Alec, lejos del ataque de furia de su madre.
-¿Puedes culparla? –preguntó su hermano. Ella le miró confundida.
-No es nuestra culpa que Jace se haya ido.
-Iz... no digo que sea nuestra culpa. Es sólo que... todo esto debe ser demasiado para ella, ¿no crees?
Izzy le miró como si hubiera perdido la cabeza.
-Nuestros amigos son los que están desaparecidos, nuestro hermano, Alec. Ella no es la única que está pasándola mal aquí.
-Nuestros amigos, -repitió Alec imitando el tono de su hermana- desaparecieron bajo su tutela. Ella es quien dirige el Instituto y quien estaba a cargo de ambos. La mitad del Concejo la culpa por la desaparición de Clary, Isabelle. Nadie se lo ha dicho a la cara, pero estoy seguro de que ella lo sabe. Y ahora lo de Jace...
-Pero no fue culpa suya, -interrumpió Isabelle, su tono tiñéndose de indignación- no fue culpa de nadie. Y si lo fue de alguien, en todo caso deberían apuntar al entrenador mediocre que le asignaron a Simon. La idea de enviar a Clary sola en una cacería fue de él. Y Jace es Jace. Maryse no podría haberlo detenido y tú lo sabes.
Alec sacudió la cabeza, incapaz de pensar una respuesta. Todo era un desastre, y él entendía que a su madre se le estuviese acabando la paciencia.
-Ella tiene razón, -exclamó luego de unos momentos de silencio-Dejemos que la Clave maneje esto. Cuando localicen a Jace, les pediré que nos dejen entrar en la partida de búsqueda. Nos constará convencerlos, porque tú aún eres menor pero...-
-Están dentro. –anuncio una voz desde la puerta. Los hermanos Lightwood se giraron para ver a Catarina Loss de pie en el umbral, su piel azulada brillando bajo la luz mágica del corredor como si de zafiros se tratase. –Ya lo hemos localizado. Está moviéndose muy cerca del último bosque que registramos buscando a Clary Fray, en uno de los tramos más espesos. Estamos convencidos de que la encontró y está yendo por ella. Ambos están dentro de la partida de rescate.
Alec no podía creer que hubiese sido tan fácil, pero no iba a discutir con ello. Asintió y le dirigió una mirada significativa a su hermana. Ella se apresuró a pasar al lado de Catarina de camino a su habitación mientras Alec buscaba ya su equipo y sus armas.
***
La puerta volvió a abrirse. Otra vez, era el brujo de los cuernos quien le hacía una visita. Clary se puso de pie de inmediato, y él la recorrió con la mirada apreciando su figura, enmarcada por el cinturón dorado. Ella se sintió desnuda ante la mirada del brujo y se encogió un poco.
-Hual. –exclamó el brujo de improviso. Clary le miró con temor y desconcierto. –Es mi nombre, -aclaró él. Su voz parecía haberse suavizado, como si intentase tranquilizarla. Pero no se sentía tranquila. Tenía la sensación de ser una vaca que intentan calmar antes de llevarla al matadero. Si salgo de esta, prometió para sus adentros, nunca más volveré a comer una hamburguesa.
El brujo hizo un ademán hacia la puerta entreabierta, indicándole que saliera. Tímidamente, Clary dio unos pasos hacia adelante, pasando a su lado. Se detuvo en el umbral, dudando. Quería salir de allí, pero temía a lo que iba a enfrentarse cuando cruzara la puerta. La seguridad de su cuarto oscuro parecía ahora algo anhelado. Hual se aclaró la garganta, impaciente. Ella tomó aire y salió a un pasillo mal iluminado y lleno de polvillo. Le picó la garganta, y le dolió al toser, pues la tenía seca.
Fue de repente plenamente consciente de todo su cuerpo. Sus manos estaban libres. El brujo no se había preocupado en atárselas. Eso significaba, posiblemente, que sabía que Clary no sería capaz de hacer absolutamente ningún movimiento contra él; pero eso no le quitaba las ganas de intentarlo. Su mirada se fijaba en las mortecinas antorchas que pendían a lo largo de las paredes del pasillo. Podía verse tomando una y golpeando al brujo, sólo tenía que ser más rápido que él, tenía que...
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Por ella - TMI Fanfic
Fiksi PenggemarClary Fray ha sido secuestrada. Jace ansía con todas sus fuerzas encontrarla, y cuando es dejado fuera de la búsqueda por orden de la Clave, no puede soportarlo. Nadie le dice a Jace Herondale qué hacer, y menos cuando se trata de salvar la vida de...