Jace aterrizó en cuclillas sobre el suelo de mármol y alzó la mirada hacia ella. Un centenar de sentimientos cruzaron sus ojos en un segundo. Alegría de verla, alivio al saber que estaba viva, tristeza de hallarla así, horror ante el estado en que se encontraba, furia dirigida a los brujos que la mantenían cautiva... Se puso en pie de un salto y de repente se congeló en el lugar. Clary vio a la bruja de escamas sostener una mano en alto hacia donde él se encontraba, y comprendió de inmediato que le estaba controlando con su magia. Quiso dar un paso hacia él, y se encontró también clavada en el lugar. No podía moverse en absoluto. La bruja sonrió y paseó la mirada entre ambos.
-Ustedes los humanos, son tan predecibles. –comentó con un trasfondo de diversión en su voz, mirando a Jace– Desde el momento en que la capturamos, sabíamos que vendrías por ella. Nos ahorraste muchas molestias, en verdad. Hubiese sido tan trabajoso tener que capturarlos a los dos...
Chasqueó los dedos y Jace cayó de rodillas al suelo. Se puso de pie apretando los puños a los lados y dio un paso en dirección a Clary.
Los cuatro brujos se movieron frente a él, estableciendo una formación semicircular que se interponía entre los dos. Lirea enunció algo en Chtonian y Clary se desplomó silenciosamente, cayendo inconsciente. Jace alzó la barbilla y con una mirada firme en su rostro dio otro paso adelante.
-Si saben lo que les conviene, van a dejarla ir –exclamó apretando los dientes, al tiempo que descansaba una mano sobre la empuñadura de su espada.
Los cuatro brujos rieron al unísono, pero no había diversión en su risa. Era una risa cínica, malvada. Jace cerró los dedos sobre la espada y al instante un dolor indescriptible le recorrió todo el brazo izquierdo, subiendo a su hombro y bajando por su espalda, obligándolo a soltarla y haciéndole caer de rodillas. Alzó la mirada, intentando no dejar que el sufrimiento se mostrara en su semblante. Uno de los brujos, el que lucía las astas, se había adelantado unos pasos y se encontraba mirándole fijamente desde arriba.
-Tú no estás aquí para darnos órdenes, mocoso. Tú no nos ordenas, la Clave no nos ordena, y las estúpidas leyes de los nefilim no nos ordenan. –había desprecio en su voz, y Jace no tenía idea de qué hacer a continuación. Su mente corría acelerada, intentando elaborar algún plan para rescatar a Clary y largarse de allí, pero sabía que estaba solo, y sabía que los brujos usarían su magia para impedir cualquier ataque. Se repetía a si mismo que no podía darse por vencido, que jamás se había dado por vencido y no iba a hacerlo justo ahora; pero no podía encontrar una jodida manera de salir de esto.
Miró más allá del brujo, hacia el lugar donde Clary yacía desmayada y recobró sus fuerzas. Se puso de pie, lentamente, como si esperara que volvieran a enviarlo al suelo en cualquier momento.
-Fuiste muy idiota al venir aquí por tu cuenta, ¿sabías? –exclamó el brujo. Y tenía razón, aunque Jace no planeaba admitir eso en voz alta.
Había sido imprudente, como la mayoría de sus decisiones. Pero no pudo obligarse a sí mismo a sentarse y esperar que hicieran algo. La Clave seguía teniendo reuniones, analizando las palabras del vampiro, las pistas que ya tenían, haciendo averiguaciones que nunca llevaban a ningún lado. Estaban perdiendo el tiempo y Jace no lo soportaba. Necesitaba hacer algo por él mismo, porque era la vida de ella la que estaba en juego. Y cuando ella estaba en peligro nada más importaba. Encontraré la forma de sacarnos de aquí, prometió para sus adentros, no voy a fallarte, Clary.
-¿Para qué la necesitan, siquiera? Es sólo una chica. –comentó, intentando ganar tiempo más que información. Sabía exactamente por qué habían escogido a Clary, específicamente.
-Oh, tú sabes para que. Sabes por qué está ella aquí. Y es bueno que vinieras, puesto que también nos sirves.
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Por ella - TMI Fanfic
Fiksi PenggemarClary Fray ha sido secuestrada. Jace ansía con todas sus fuerzas encontrarla, y cuando es dejado fuera de la búsqueda por orden de la Clave, no puede soportarlo. Nadie le dice a Jace Herondale qué hacer, y menos cuando se trata de salvar la vida de...