Severus no sabia cuanto tiempo había pasado desde que el mayor lo dejó ahí encerrado ya que no había ni una sola ventana o grieta por la cual entrará la luz y no podía saberlo por las comidas por que eran llevadas por un elfo y siempre en horarios distintos, su único consuelo era que su captor no había bajado en ningún momento, además de haber sellado su magia con el grillete que lo unía a la cadena y sin olvidar que había notado que lo drogada con la comida o con el agua y por eso no sabía cuanto tiempo habia pasado.
-O-Oye, q-que día es?- pregunto cuando el elfo dejó la bandeja con comida frente a él.
-Amo dijo que Terry no debía hablar con él señorito o sería castigado- dijo el elfo.
-Lo lamento, esta bien puedes irte- dijo Severus abrazando sus piernas.
-El señorito ha estado aquí durante dos semanas- dijo Terry.
-¡Te castigará!- dijo preocupado Severus.
-Terry- la voz agresiva se escucho en la puerta del sótano.
-Amo Sirius- dijo el elfo con respeto.
-Puedes retirarte- dijo el Black viendo seriamente a Severus.
Cuando Terry se fue Sirius se acercó a Severus y este se encogió con temor por el color rojo en los ojos del Black.
-No tienes que temer cariño- dijo Sirius acomodando el cabello detrás de la oreja del mas bajo.
-D-Dejame ir... por favor- pidió Severus.
-Jamás te dejare alejarte de mi- gruño Sirius tomando con fuerza el cabello de Severus.
-D-Duele- susurro Severus tratando de aminorar el agarre de Sirius.
-Escucha Severus, me perteneces desde el primer momento en que te vi- dijo Sirius antes de besar la mejilla de Severus.
-E-Esta es una de sus bromas? Y-Ya me aleje de Lily, t-todos mis compañeros me odian, ya terminamos la escuela... d-dejenme en paz, por favor dile a Potter que no volverán a saber de mi- dijo Severus tratando de contener sus lágrimas, pero tenia demasiado miedo.
-No es ninguna broma, te amo y tu me amas- dijo Sirius acariciando el cabello del doncel.
-N-No es cierto, tu me odias- dijo Severus tratando de no llorar de miedo al ver el rojo aún más fuerte en los ojos antes grises.
-Nunca vuelvas a dudar de mi amor por ti- gruño Sirius tomando con fuerza el cabello de Severus antes de darle una bofetada que rompió su labio inferior, antes de salir del sótano.
Severus temblaba mientras sus ojos colapsaban en lágrimas, era fuerte y durante años había soportado palizas no sólo de su padre, sino también de los merodeadores, pero los ojos rojos de Sirius le infundian terror y al recordar que fue el Black quien lo entregó a un hombre lobo sin remordimiento alguno le hacía saber que era mejor callar, como lo había hecho todos esos años atrás, donde había tratado de hablar y había sido callado por los profesores, por el simple hecho de que Potter, Black y Pettegrim eran sangre pura y Lupin un caso especial, recibían el favoritismo de todos los profesores.
Recordaba cada una de las humillaciones, las bromas, todas sus pociones arruinadas y todo lo que le hicieron, no creía que Black si lo amase, no después de todo lo que le hizo.
-Que hice? Que estoy pagando?- pregunto Severus abrazando sus piernas.
En una habitación estaba Sirius viendo a Severus atraves de una pantalla.
-Los muggle son unos genios, mi Sev ni siquiera nota que le veo... otra vez esa llorando?- pregunto Sirius arrojando su copa de whisky contra la pared.
-Amo esta bien?- pregunto Terry apareciendo.
-Si, puedes irte- dijo Sirius volviendo a ver la pantalla.
Al día siguiente de la graduación, cuando llevo a Severus a casa, había instalado las cámaras; ventajas de vivir en la frontera del mundo mágico y del muggle, había visto a Severus tratar de liberarse durante los primeros días y después solo sollozar, no entendía el por que lloraba ahora, le había dicho sus sentimientos y había tratado de ser amable, pero recordaba como ese estúpido Hufflepuf lo había besado y se llenaba de rabia.
-Creo que es hora de que lo traslade a mi habitación- pensó Sirius.
En el hogar de los Potter tocaban la puerta con urgencia.
-Querida que sucede?- pregunto Euphemia Potter asustada al ver a la chica peliroja tan desarreglada y llorando.
-P-Puedo hablar c-con James?- pregunto Lily limpiando sus lágrimas.
-Lily, que pasa?- pregunto James asustado.
-No encuentro a Sev... n-no esta en ningún lugar- dijo Lily abrazando a James.
-Cálmate, respira querida- dijo la madre de James.
-Sev... Sev desapareció- dijo Lily más calmada.
-Que quieres decir?- pregunto Charles Potter.
-Sev, es mi mejor amigo... casi mi hermano, hace algunos años discutimos y dejamos de hablar, pero durante la graduación quise acercarme y disculparme... s-solo me gire un momento y desapareció, l-lo busque en su casa y no estaba, he tratado de encontrarlo y nadie lo ha visto, Malfoy, los Black, nadie lo ha visto... y-y encontré su brazalete, nunca se lo quita, lo usaba aún cuando nos peleamos en quinto año- dijo Lily.
Ante lo escuchado James se sintió mal por todas las bromas que le hizo al pelinegro, creyendo estúpidamente que ayudaba a su mejor amigo, pero aún así no podía decir nada por él juramento inquebrantable que había hecho junto a Sirius, Remus y Peter.
-Te ayudaremos a buscarlo- dijo Charles.
-Y-Yo no quiero que le pase nada malo, no quiero que crea que no le importa a nadie- lloro Lily.
-A que te refieres?- pregunto Euphemia.
-Sev no tiene familia, no tiene amigos más haya de Regulus Black, Lucius Malfoy y las hermanas Black, sus compañeros de casa lo odian... yo lo hice escoger entre sus amigos y yo... l-lo lastime... merecía que me llamara sangresucia, lo merecia- se Culpo Lily.
-Sangresucia? No querida, no importa que hayas hecho eso es algo muy grave- dijo Euphemia.
-L-Lo llame mentiroso, y-yo lo golpeé y lo insulte... l-lo hice caer por las escaleras... no quise hacerlo, pero d-dijo que Remus era un licantropo- dijo Lily.
James quedó congelado ante esta revelación, recordó esa noche de quinto año jamás imagino que lo que había dicho Snape ese día cuando lo molestaron e insulto a Lily, fuera porque se sintió traicionado por su casi hermana, sintió culpa.
-Te ayudaremos a buscarlo- aseguro James sabiendo donde podría estar el pelinegro, solo esperaba que su mejor amigo no lo hubiera lastimado.
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Eres mío
Fiksi PenggemarLa familia Black tenía la maldición de obsesionarse cuando se enamoraban y eran capaces de hacer todo para que este o esta les prestara su total atención, incluso matar por celos.