De miedo a terror

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James sabía dónde exactamente estaba Severus, pero no podía decirlo por el juramento inquebrantable aún así iría a visitar a Sirius.

Al llegar a la casa James se acercó y escucho a alguien llorar y pedir perdón, al entrar vio como Sirius golpeaba al doncel pelinegro mientras este tenía una cadena atada a su cuello.

-¡Sirius!- dijo alarmado corriendo a ayudar al pelinegro que tenía el labio roto y varios moretones se veían atraves de su cuerpo, iba vestido con una delgada camisa blanca que usaba Sirius.

-Cornamenta- gruño Sirius viendo como Severus se escondía detrás de James.

-Que te pasa?- pregunto James desconcertado.

-P-Potter- susurro Severus alejándose de James.

James jadeo de horror al ver un líquido blanquecino bajar por los muslos de Severus, noto también una mordida de el cuello y sus muñecas rojas, signo de haber sido atadas, sus ojos mostraban un terror mayor que el que había visto cuando descubrió que Remus era licantropo.

-Sirius esto es demasiado- dijo James poniendo su capa para cubrir el cuerpo del doncel.

-Cállate, que haces aquí?- pregunto Sirius.

-Lily me pidió ayuda para buscar a Snape... Sirius, te odiara si abusas de él- dijo James tratando de hacer entrar en razón al pelinegro.

-Hablemos en la biblioteca... tú te quedas aquí- ordenó Sirius atando la cadena al barandal de las escaleras mientras Severus temblaba de miedo.

-Canuto- trato de hablar James.

-Cállate, esto es un problema entre Severus y yo- gruño Sirius.

Varias horas antes.

El sol apenas había salido, pero Sirius ni lo habia notado.

-Espero que le guste- dijo Sirius para si mismo terminando de envolver la pequeña caja en papel de regalo.

-El desayuno está servido amo- dijo Terry.

-Bajo en unos minutos- respondió Sirius guardando la caja en el armario.

Después de desayunar Sirius bajo al sótano y vio que Severus aun dormía, así que lo cargo hasta la habitación que compartirían desde ese día y lo dejo en la cama.

-Donde estoy?- pregunto Severus al despertar y ver la habitación.

-En nuetsra habitación- respondió Sirius.

-P-Por que estoy aqui?- pregunto el doncel asustado al ver que Sirius se acercaba.

-Seremos felices amor, tendremos a tantos niños corriendo por la casa como tu lo quieras- dijo Sirius sonriendo.

-¡¡¡JAMAS TENDIRA UN HIJO CON U  MALDITO COMO TÚ!!!- grito Severus levantándose de la cama al notar que no estaba encadenado.

-Severus, no me hagas enojar- advirtió Sirius con el ceño fruncido.

-Déjame ir, déjame en paz, te odio, te odio- Severus tomo la lámpara que esta en el buro como arma.

-Calmate- pidió Sirius.

-Déjame ir... no diré nada- susurro con miedo el doncel viendo los ojos grises de Sirius.

-Dije que no, entiendelo de una vez por todas- gruño Sirius estirando una mano para acariciar el cabello del pelinegro.

-D-Dejame énviarle una carta a Lucius entonces- suplico Severus queriendo pedir ayuda a uno de sus mejores amigos.

-En verdad crees que Malfoy perderá su valioso tiempo en ti?- pregunto con burla Sirius mientras sus ojos cambiaban a rojo.

-Lucius es mi amigo- dijo Severus con miedo, había descubierto que Sirius se volvía más violento cuando sus ojos eran rojos.

-¡¡¡ACASO TE ACOSTASTE CON ÉL!!!- pregunto con furia Sirius jalando con fuerza el cabello de Severus.

-Sueltame- pidió Severus tratando de alejarse de Sirius.

-¡¡¡ACASO LE ABRISTE LA PIERNAS AL MALDITO!!!- volvió a gritar Sirius lanzando al doncel al suelo.

-N-No, ni lo hice- respondió aterrado el pelinegro.

-Te enseñaré a no mentirme- gruño Sirius desnusandolo con un hechizo.

-N-No, p-por favor no- suplico Severus.

-Te enseñaré quien es tu amo, quien es el único que puede tocarte- susurro Sirius besando el cuello de Severus.

-Te lo suplico, Black no hagas esto- las lágrimas caían por las mejillas pálidas de Severus, tratando con sus pocas fuerzas apartar al Black de su cuerpo.

-Joder, quiero hacer esto por las buenas y no quieres- gruño molesto Sirius tomando su varita nuevamente y atando las manos de Severus a su espalda.

-Sueltame, Sueltame- Severus trataba inútilmente de liberar sus manos.

Sirius beso a la fuerza al Severus y después de unos segundos los besos bajaron por el cuello donde Sirius mordió hasta hacerlo sangrar.

-Mhm, duele- murmuró Severus al sentir su cuello doler.

-Pronto lo disfrutaras- aseguró el Black bajando a besar los pezones rosa de Severus haciéndolo estremecerse.

Jugo con sus pezones durante varios minutos mordiendo, chupando y jalando los rosados y sensibles botones, las mordidas y chupetes fueron bajando hasta llegar al miembro del menor y poner un aro de metal en el, haciendo gemir de incomodidad al pelinegro.

-No te imaginas lo ocurrentes que son los muggles, amor, la chica de la tienda me aseguro que esto serviría de castigo- dijo Sirius.

-D-Duele- las palabras entrecortadas por el llanto silencioso del doncel llegó a Sirius.

-Deja de llorar- ordenó Sirius molesto mientras secaba las lágrimas de Severus bruscamente.

-S-Solo matame, si tanto me odias solo mata...- pidió Severus, pero fue interrumpido por un golpe en su estómago que le hizo temblar de miedo al ver los ojos rojos de furia del Black.

-Escúchame bien Severus, eres mío, me perteneces y no morirás si no lo ordenó yo- las palabras de Sirius aterraron a Severus, sentía lo mismo que cuando Tobias llegaba borracho y los golpeaba a él y a su madre.

Después de esas palabras Severus solo lloro en silencio sabiendo que nadie lo ayudaría, nadie lo estaría buscando, no valía nada, no tenía amigos o familia, a nadie le importaría que fuera la ,otra personal de Sirius Black, ya no tenía varita, su magia fue sellada, no sabía cuanto tiempo llevaba en ese lugar, solo deseaba no haber nacido, no haberle dicho a Lily esas crueles palabras, era lo único que lamentaba, que su amistad de años se disolverá por una tonta discusión y ya no le importaba si Lily lo había llamado mentiroso, ella era lo único bueno que tenía.

-Lily... perdón- susurro haciendo haciendo un furia de Sirius se disparara.

-No vuelvas a mencionar a nadie más mientras estamos en la cama- ordenó Sirius dándole otra bofetada.

Severus gimiteo cuando Sirius lo penetro de una sola estocada, sin haberlo preparado la intromisión desgarro la entrada del doncel.

-B-Basta, duele, sacalo- pedía Severus llorando.

-Pronto lo disfrutaras tanto como yo- dijo Sirius besando su mejilla levemente hinchada.

Después de varias horas de tortura Sirius dejó descansar a Severus y entró a preparar la tina, cuando el pelinegro vio que Sirius no lo vigilaba con dificultad y tratando de ignorar el dolor en su cuerpo camino hacia la puerta y bajando las escaleras el Black lo capturo jalando de la cadena que tenía tenía su cuello haciéndolo caer.

-Estas tratando de escapar?- pregunto fríamente Sirius.

-D-Dejame ir... por... favor- suplico Severus.

Como respuesta Sirius empezó a golpearlo sin piedad hasta que fue detenido por James, que se dio cuenta de lo que había hecho.

Eres míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora