"El control de la ansiedad"

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                       CAPÍTULO 15

-Creo que odiaré de por vida tu alarma.-Dijo Mateo al despertarse.

-Le haces algo a mi alarma y juro que no saldrás vivo.

-¿Para empezar porque tienes una a esta hora? - Preguntó.

-Suelo salir a correr.

-¿A correr? ¿Desde cuándo? - Expresó.

-Sí. Hace mucho, antes de conocerte. Por eso me cambiaré y levantaré.

-Nunca me lo has mencionado.

-No era algo de lo que quisiera hablar. -Comenté.

-¿Y si vamos a comer? Me llamaron el otro día a pedirme perdón en el trabajo y que vuelva, se ve que me extrañaban.

-No. Quiero ir a correr. Deberías cambiarte así salimos juntos y te abro la puerta.

Le rechacé la oferta, necesitaba despejarme.

-¿Ya me estás echando?

-Jamás te echaría fastidioso.

Me puse un top y una calza.

-Tú no te irás a correr con eso, ¿o si? - opinó Giller mientras se levantó.

-¿Qué tiene de malo? - Pregunte.

- Nada, pero se te tirarían muchos babosos, toma ten mi remera y ve a correr con ella.

-No quiero tu remera, por algo tengo este top deportivo. Mateo no decides qué ponerme.-Dije.

-Está bien, como digas caprichosa.

-Ven, bajemos por aquí en silencio, así no nos escuchen mis padres.

Alcanzamos la puerta y salimos.

Me besó.

-Adiós marcianita, ve con cuidado.-Aclaró Mateo.

-Adiós.-Dije dedicándole una sonrisa.

Inicie trotando para entrar en calentamiento, me dirigía hacia una plaza, cuando abruptamente me faltó el aire, como si no pudiera respirar. Mis manos comenzaron a temblar y todo se estaba moviendo, de la forma en la que te mareas. Lastimosamente sabía que significaba, era otro ataque de pánico. No los estaba obteniendo desde que empecé a practicar taekwondo. Por lo tanto, me senté en unas escaleras de una puerta que pertenecía a una casa.

📞 Llamando a Carla Seller.

📲 Llamada aceptada.

-Hola Carla.

Sentía que era la única que llegaba a entenderme, su voz es tan delicada que provocaba paz. Ella fue la primera de mis amigas que conocí, por ende tengo más confianza.

-¡Hola!, hace tiempo que no me llamas a mí, ¿está todo bien? - Preguntó.

-Sí. Solo salí a correr y me di cuenta de que te extrañaba.

-Conozco esa voz Wendy y que salgas a correr y después me llames, es raro, ¿te está agarrando un ataque de pánico, no es así?

-Tal vez...-Dije.

-Respira y cuenta hasta tres, ¡todo va a salir bien!- Ordenó.

Hice lo que me pidió y llegó a tranquilizarme.

-¿Desde cuándo te volvió a agarrar? -Agregó.

-Hace unos días, pero hoy fue más fuerte.

-No puedes seguir así, conozco a una señora que es gratis y tiene algunos pacientes, por si no quieres preocupar a tus padres.-Imploró.

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