CAPÍTULO 13
-Necesito saber como estás.-✅ Entregado.
-¿¿Hola??-✅ Entregado.
-¡Mateo! .-✅ Entregado.
Al día siguiente contestó.
(Nuevo mensaje)
-¡Hola marcianita! Me he quedado dormido, no tenía batería.
-Me asusté.
-Creíste que iba a alejarme de nuevo, ¿no es así?-Preguntó.
-Un poco.
-¿Cuándo vas a volver a confiar en que no desapareceré?
-No es fácil.
-Entiendo.
-Perdón.-Mensajeé.
Me sentí mal, él está haciendo mucho por mí y yo seguía sin confiar.
-No te disculpes, supongo que es el precio por haberme alejado.
-Nadie merece ese precio.
-Pero tú lo vales.
-¿Cómo hiciste para llegar a tu casa?- Pregunté.
-No lo sé, solo me guíe.
-Te invito a salir, por todas las veces que me invitaste.
-¿Lo haces por compasión a que perdí mi trabajo?
-No. Claro que no, lo hago para despejarte y porque quiero divertirme contigo.-Repetí sus mismas palabras.
-Quiero que sepas que tengo dinero. No quiero que me regales nada.
-¿Y ahora quien es el caprichoso fastidioso?
-Ha, ha, ha, esta bien. ¿A dónde iremos?
-Tú solo sígueme esta vez a mi, te pasaré a buscar a las 6 pm.
-Te esperaré.
Me bañé y me vestí. Tenía pensado invitarlo a patinar sobre hielo, así que me la pase buscando lugares, hasta que encontré uno.
-¡Estoy abajo!
-¡Ahí salgo!-Respondió.
Vino vestido con una ropa que no es adecuada para patinar, se puso unos jeans, siempre se pone jeans, o unos shorts.
-Mm, eso no, no puedes ir así a dónde iremos.-Le dije.
-¿Pero, qué tiene de malo?
-Es que si no, no vas a tener mucha movilidad.
-¿Movilidad? ¿A dónde pretendes llevarme marcianita?
-¡Ven, subamos a tu casa a buscar algo que ponerte!-Exclame.
-¿Ya quieres acción? -Susurró levantando una ceja.
-Ha, ha, ha, eres muy gracioso.-Revoleó los ojos dejándolos en blanco.
Una vez que subimos, busqué entre su armario algo cómodo, él estaba detrás de mí, puso sus manos en mi cintura y comenzó a darme besos en el cuello. Eso hizo que me entren cosquillas. Me di vuelta. Rodeándolo los brazos en su cuello.
-Si hacemos esto, no llegaremos-Afirme mirándole sus ojos celestes.
-Entonces no lleguemos.
-No. Te divertirás, ¡vamos a elegir algo!
-Bueno.-Dijo Giller.
-¿Este, qué te parece?
-Me parece bien.
ESTÁS LEYENDO
Detrás del deporte
RomansaEl taekwondo no solo fue defensa para ella, sino que conoció a un chico. Nuevas cosas se vino a su vida, personas. Marcianita le decía por su peinado...