El elemento Imperium

Extra: La familia real

Katherine Kendrick

Me preparo con un simple vestido azul marino y algunas joyas que combinan. A mi espalda está Ethan que también se viste de traje y me mira con una sonrisa.

– Me encanta que hayas tomado en cuenta mi opción de vestido – comentó

Reí ante su comentario y me acerque lentamente, tomé su corbata y comencé a ajustarla.

– Me encanta que sepas lo que mejor me queda – dije en respuesta y me gire para darle la espalda – ¿Me ayudas? – pregunté haciendo mi cabello a un lado y entregándole un collar de plata

Él sonrió y con cautela comenzó a acomodar aquel colgante.

– Aún pienso que deberíamos llevar a Adara y Alida a la boda – comento

Suspiré y me gire a él – Las niñas son muy inestables… no quiero que les suceda algo y que la boda de Ereen y Ainara quedé arruinada

– Ellos querían ver a las princesas ahí – respondió intentando convencerme

Pero negué con la cabeza – Las nodrizas y criadas se encargarán de ellas, será más fácil y menos peligrosos

Ethan finalmente asintió y con una sonrisa me ofreció su brazo. Yo lo tomé y salimos de la habitación.

Al hacerlo, las criadas nos reverenciaron y nosotros comenzamos a caminar hasta el jardín principal del palacio, dónde pasaría la boda.

Camine por los jardines hasta que empecé a escuchar la voz de Ainara, me detuve a medio camino y Ethan me miró algo confundido.

– ¿Qué pasa? – pregunto

Yo miré a la dirección donde escuchaba su voz y me separé de Ethan.

– Adelántate, iré en un segundo – dije y aunque él lo dudo, simplemente asintió

Empecé a acercarme a un pequeño callejón dentro del jardín, el cuál era rodeado por altos muros de arbusto.

Y fue cuando la ví, Baker caminaba a lo algo de ese callejón nerviosa mientras Arimi la seguía como si intentara calmarla.

– Pero es que no se si estoy lista, no se si esto resultará, ¿Y si se desata otra guerra y yo muero? ¿ Y si no logro afrontar lo que es ser una buena esposa?

– Comandante, tiene que calmarse – decía Arimi que intentaba cuidar el vestido blanco que llevaba

– Es que no puedo con tanto estrés y…

– Comandante, ensuciara el vestido que le regaló la reina – comento Arimi mientras levantaba la cola del vestido, pero Ainara no sé detenía así que Arimi no tuvo de otra y gritó – ¡Comandante Baker, si no se detiene haré una burbuja gigante en la que la encerrare y llevaré hasta el altar!

Reí ante el comentario de Arimi y decidí salir – Arimi Holt amenazando a una comandante con años de experiencia – comenté sonriente mientras me acercaba a ellas – ¿Qué más puedo esperar en este bello día?

Ambas me miraron – Su majestad – dijeron haciendo una reverencia

Me acerque a Ainara y la miré de pies a cabeza. Su vestido era algo ajustado y llevaba un peinado recogido con apenas unos mechones frente a su rostro.
Sonreí abiertamente y Ainara alzó la cabeza para mirarme.

– Su majestad, lamento que me haya tenido que ver de esta manera – se disculpó algo apenada

Reí y negué con la cabeza – No tienes de que preocuparte… entiendo lo que pasas – comenté pero no logré calmarla – cuando yo me casé, estaba tan nerviosa que incendie el ramo que sostenía Arimi