CAPITULO 4

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¿Qué paso?, ¿Dónde estoy?, esas palabras sonaban en mi cabeza una y otra vez.

Al abrir los ojos estaba en mi cuarto, no estaba mi hermana y todo estaba muy callado, – ¿Fue un sueño?... – me mire las manos y lamí mis labios – Si, no había posibilidad de que haya hecho un remolino de fuego – suspire tranquila y me levanté de mi cama, me cambie y baje al primer piso, ahí estaba mi mama.

– ¡Katherine! – grito mi mama y corrió a abrazarme

– ¿Mama que pasa?, ¿porque estas así? – dije con una pequeña risa y mi madre me golpeo ligeramente la cabeza – ¡Mama¡, primero me abrazas y ahora me pegas, decídete al menos

– Y es poco con el susto que nos diste a todos en especial a André y Victoria

–¿Susto?, ¿de que hablas? – pregunte confundida

– Ayer, en el incidente del incendio y el remolino Victoria lloro toda la noche y André no quería salir de tu cuarto, ¿Muy lindo no crees? – contesto

No había sido un sueño, yo causé el incendio, yo hice ese remolino de fuego. Me quede callada y me hice para atrás.

– ¿Katherine? ¿Que te pasa? ¿Estás bien? – pregunto mi mamá pero yo seguía pensando en lo que había pasado.

– Fue mi culpa, yo lo cause – hablé entre dientes

– Katherine ¿Qué te pasa? – mi mamá estaba preocupada pero yo la ignore

Salí de mi casa, empecé a caminar y escuchaba que me hablaban y eso solo hizo que quisiera correr, no procesaba lo que me decían así que solo me aleje lo más que pude de mi casa, mientras corría recordé que pasando el bosque estaba la playa por lo que corrí, no sé por cuánto tiempo, solo quería alejarme de todo y todos. Entré al bosque y caí, pero me levante y seguí caminando, en mi mente solo podía repasar lo que paso y me perdí en mis pensamientos hasta que empecé a oler la sal del océano y a escuchar las olas tronando en la superficie del mar, al fin llegue a la playa y me quede sentada en la orilla sin saber que hacer. –¿Cómo fue posible que yo haya hecho eso?, soy una aire, no un fuego – decidí acercarme a las olas pequeñas, pero al esperar que se mojaran mi pies, el agua parecía evitarme, el agua se hacia a los lados sin mojarme – Pero ¿qué? – me acerque y entré más pero no funcionaba el agua seguía evitándome haciendo una barrera a mi alrededor sin tocarme, me mire en el reflejo del agua y tenía ojos azules, brillaban como si fuera alguien de Mizu.

Salí del mar y caminaba en círculos mirando el mar y el sol que cada vez bajaba más.

Ya habían pasado unas horas desde que salí de mi casa y ya pronto se haría de noche.

– Puedo controlar el aire – dije mientras hacía un remolino en mi mano – Puedo controlar el agua – continúe mientras acerco el agua del mar hacia a mi – Puedo controlar el fuego – en eso prendo una pequeña llama en unas ramas tiradas a un lado de mi – ya de paso también la tierra – estire mi mano y frente a mi se hizo una grieta en la arena, con cada poder que utilizaba mis ojos cambiaban al color del elemento que usaba pero tenía una duda – ¿Qué pasa si uso todos? – ahora más que no reaccionar ya hasta estaba emocionada a cierto punto.

Sobre mis manos comencé a visualizar los 4 elementos juntos y al hacer eso una esfera de magia color morado empezó a ser notable – Wow, es verdaderamente hermoso – dije, pero la esfera creció más de lo que esperaba, me asuste y deje de concentrarme, la esfera desapareció pero al mirar mi reflejo en un charco junto a unas rocas, vi que mis ojos eran de color lila y muy brillantes.

En eso una ráfaga de viento llego de mi lado derecho y al ver de lejos era el regente de aire y venía acompañado con guardias del palacio, por lo que me levanté, hice reverencia y mire hacia abajo intentando que el no viera mis ojos lilas.

El elemento ImperiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora