Capítulo 12

171 12 1
                                    



- Chico... ¿cómo te llamas?

En cuanto las palabras abandonan mi boca, noto tensión otra vez en el cuerpo que segundos antes descansaba lánguido sobre mi. Pero en esta ocasión es distinto. No ha hecho ni un movimiento, y es como si todo sonido hubiera desaparecido de la tienda. Es como si se hubiera congelado.

Ante esto me incorporo un poco. Lo sujeto de los antebrazos y lo alejo un poco.

<<Qué...>> - pensé.

Tenía la mirada perdida, ni una expresión, ni miedo, ni ira, ni rabia, nada...

Esto desde luego causa una nueva preocupación en mi, íbamos tan bien... Pero es como si su alma hubiera abandonado su cuerpo y sólo contemplara un recipiente vacío.

- Oye... - ninguna reacción. - ¡Oye!- esta vez acompaño mi tono de voz un poco más alarmado con una ligera sacudida. 

Gracias al cielo, el chico parece volver en sí en cuanto nota su cuerpo moverse un poco y vuelve a enfocar la mirada.

- Law... - lo veo mover los labios, pero ha dicho algo tan bajito que ha sido imposible para mí oír si ha dicho algo o sólo ha sido un balbuceo o una gesticulación.

- ¿Qué...? ¿Has dicho algo... o...?- me acerco a su rostro y muevo una de mis manos hasta su mejilla, por ahora no rehúye mi toque- Lo siento no he podido escucharlo, ¿podrías repetirlo, por favor? - llevo mi otra mano a su mejilla libre y me aseguro de ser lo único en su campo de visión.

- No...- pone sus manos sobre mis manos- déjame...

- ¡Señor Rocinante! - grita alguien de repente. Debe de ser la persona que iba a traer el agua. - ¡Le traigo el agua que ha solicitado, me envía su hermano! - bingo.

- Ah, ¡sí, enseguida salgo! - aparto las manos de sus mejillas e intento apartarlo.

Pero vuelvo a casi desencajar mi mandíbula y a poner una cara que muchos podrían considerar graciosa. No quepo en mi asombro, el chico se ha echado en mi pecho y me está abrazando. Noto sus brazos rodearme y apretar mi camisa a mi espalda.

- No...

- ¡¿Qué!? - no sé qué hacer ni dónde poner mis manos.

- No... - repite acompañando lo dicho con un movimiento de cabeza, ésta se restriega en mi pecho. - No...

- ¿Se encuentra bien señor? Voy a entrar - veo la gruesa cortina haciendo un ligero movimiento.

Siento la cara del chico hundiéndose en mi pecho y su agarre haciéndose más fuerte en mi espalda, también llego a apreciar una ligera mueca.

- ¡NO! ¡Espera, no entres! - digo apresurado.

- ¿Señor? - el movimiento de la cortina cesa y el agarre del muchacho se afloja un poco.

- No entres, simplemente déjala en la entrada de la tienda.

- ...Sí señor... - responde dudoso.

Cuando pasan unos segundos prudenciales en los que me aseguro de que la persona enviada por mi hermano ha abandonado los alrededores, me decido a actuar.

- Oye muchacho, voy a recoger el agua, en seguida vuelvo, sólo déjame acomodarte en la cama...- digo mientras lo intento despegar de mi cuerpo.

- No... - vuelve a aferrarse a mí para que no lo aparte de mi cuerpo, parece un animal asustado, pero no puedo evitar que mi miembro reaccione ante sus acciones.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 16, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora