Capítulo 3

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Me acerco lentamente intentando no hacer ningún ruido. Rezando por que mi torpeza no haga de las suyas. Efectivamente, está profundamente dormido. Acercándome un poco más compruebo que está temblando un poco.

Vuelvo a poner mi mano sobre su frente. Ya no tiene fiebre. Pero a decir verdad, esta noche ha refrescado bastante. Pobrecito, debe estar helado.

Voy hacia un baúl, y extraigo un abrigo negro de plumas y una manta.

Le echo el abrigo suavemente por encima, y al cabo de unos minutos, parece hacer efecto.

<<Menos mal>>

Suspiro aliviado y me siento en el suelo, junto a la cama, apoyándome en ésta. Me envuelvo en la manta, y me agradezco haber puesto gruesas alfombras por casi todo el suelo de mi tienda.

Al poco rato, me vence el sueño.

Una ligera luz me obliga a abrir los ojos, por un momento pienso en volver a cerrarlos y volverme a dormir, pero al recordar lo que pasó ayer y comprobar que no había sido un sueño. De un respingo, los abro totalmente, y sin levantarme aún del suelo, me giro para visualizar la cama.

Solo logro ver el volumen del abrigo, me levanto y lo retiro un poco. Esperando encontrar al chico hecho un ovillo.

<<Mierda...>>

Pero no hay nadie, ni en la cama ni en la tienda.

Salgo a toda prisa de la tienda, el campamento es bastante grande, y está rodeado de bosque, no se por donde empezar a buscar.

¿Debería gritar su nombre?

Mierda. No se como se llama.

Creo que le pediré ayuda a Doffy.

Me dirijo hacia su tienda, que está justo en la otra punta del campamento.

Serán las 6 de la mañana, estará durmiendo. No creo que le haga mucha gracia la noticia.

Separo las cortinas que ejercen de puerta y entro casi gritando:

-¡¡Doffy!!... ahh.

Parece que se lo pasó muy bien anoche, había tres chicas desnudas durmiendo a los pies de la cama.

-Rocinante... Ya puede ser importante.- Dijo incorporándose en la cama, poniéndose los artilugios de los ojos antes de abrirlos. Las chicas también se despertaron tapándose automáticamente.

-Ahhhhh...claro. ¡El muchacho se ha escapado!

- ¿Qué?-Dijo masajeándose las sienes con una mano.

-Esta mañana no estaba en mi tienda. ¡Tienes que ayudarme a encontrarlo! El médico me dijo que debía descansar, y se le pueden volver a abrir las heridas, o incluso infectarse.

-¡Aggh, está bien!¡Vosotras, fuera!

No se lo ha tomado tan mal.

-Enviaré a gente a registrar el bosque y el campamento...

-Está bien, gracias Doffy.

Salgo a continuar con mi búsqueda, y al cabo de un tiempo veo, que tal como había dicho mi hermano hay gente buscando al muchacho por todas partes.

Ya es casi mediodía, ni rastro del chico. No han encontrado nada en el bosque, que es donde más han centrado la búsqueda.

Yo, ya no se donde más mirar. Está atardeciendo, y no me comido nada. Por lo que voy a coger algo de las reservas para tomarlo en mi tienda.

《¿Debería darlo por perdido?》

Entro en mi tienda, y a punto estoy de tirar las cosas que llevo encina, cuando diviso un pie asomando detrás de uno de los baúles.

Se ve que no he podido evitar hacer ruido al sorprenderme, ya que lo esconde rápidamente.

《¿Cómo demonios es que está aquí?》

-¡Chico!¡Oye chico!

Mi voz no puede evitar sonar emocionada, y mi cara dibujar una sonrisa de oreja a oreja.

Me aproximo al baúl en pocos pasos, y mi expresión cambia al ver al chico en el suelo, sentado abrazándose las rodillas, retrocediendo hasta toparse con la pared, sangrando, temblando y mordiéndose el labio inferior. Mirándome fijamente a los ojos, intentando sin éxito no llorar de terror.

《Grises...tiene los ojos más bonitos que haya visto...》

Aún estando aterrado su expresión demuestra coraje.

Me agacho acercándome un poco a él, como si de un animal asustadizo se tratara.

-Tranquilo... no voy a hacerte daño.-Digo levantando un poco mis manos.

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