Capítulo 33: "Ganando un corazón"

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Cuando Jerico ingreso a la casa, se llevó una mano a la nariz y arrugó la cara.

—Por Lúa ¿Que carajos...?

Toda la casa olía a Levi y a Lukas, a Lukas y al omega, una mezcla de sus olores que dejó mareado al otro alfa. No pudo avanzar más allá de la puerta, sentía que si daba un paso más, iba a invadir por completo esa atmósfera de pertenecía que inundaba el aire.

Las paredes y olores gritaban lo que su hermano había pasado haciendo anoche. Sexo.

—¿Qué? —Levi le pregunto, al ver que no avanzaba.

—Debiste ventilar la casa antes de invitarme a pasar. Todo huele... Me estoy asfixiando. —murmuro, sin aliento

—Es mi casa, puedo hacer lo que se me de la gana con mi alfa. Es tu problema si no te gusta.

Jerico corrió detrás de Levi, aún con la mano en la nariz. Olía a otro alfa, uno posesivo que quería dejar muy en claro que tenía pareja y que esta le pertenecía.

—Sé que las bodas son solo una ceremonia y que la mordida es más importante ¿Pero es necesario que me entere que estás anudando? ¿Acaso quieres quedar embarazado?

Levi detuvo sus pasos. Cuando miro sobre su hombro a Jerico, los ojos azules le brillaban y tenía los pómulos sonrojados.

—¿Y que si es así?

Jerico se congeló.

—¡No puedes! —con brusquedad lo tomó de los hombros —¿Hace cuánto tiempo te dio la mordida? ¿Cuántas veces anularon? Podrías estar esperando un cachorro ahora ¿Cuando fue tu último celo?

—No... No me acuerdo.

Jerico abrió mucho los ojos. Un bebé... Lo uniría de por vida a esa manada y a Lukas. Era un obstáculo que no sabía cómo enfrentar, podía eliminar la mordida ¿Pero como eliminar a un cachorro sin matar a Levi en el intento?

Iba a perder la cabeza. Todo el estúpido plan de Draven se estaba llendo a la mierda y la vida de su madre estaba entre sus manos.

—¿Como no te vas a acordar? ¡No puedes ser tan irresponsable!

—Jerico —una voz profunda y suave interrumpió su vómito verbal.

Lukas se recostó en el marco de la puerta de la cocina y miro fijamente sus manos sobre los hombros del omega. Lo soltó como si quemara y dio un paso hacia atrás. Se sacudió el cabello, riendo nervioso.

—Lo siento, lamento ser irrespetuoso. Solo... Solo me preocupe ¿Lo has llevado con un médico?

—No es necesario que te preocupes. Cuido bien de Levi.

—Pero... Y si él está...

—No lo está —Lukas no miro a Levi al decir eso, no supo que mirada puso su pequeño salvaje ante tal afirmación.

Los tres guardaron silencio. La conversación se había vuelto tensa. El omega albino se quemó la cabeza tratando de recortar cuántas veces habían anudado, contando las de ayer ¿Era posible que aún no tuviera un bebé con todas las veces que había pasado? Se supone que así funcionaban las cosas.

Levanto una mano disimuladamente a su estómago ¿Acaso había algo mal con su cuerpo?

—Mi amor, hice panqueques con miel ¿Puedes traerlos a la sala? —Lukas iluminó la vista de Levi con su sonrisa, le transmitió calma a través de su lazo y permitió que el omega se escabullera en la cocina.

No sin antes tener él la última palabra.

—Nuestra intimidad no es asunto tuyo —le dijo a su hermano —Cuando tenga un cachorro, será cuando yo quiera. Idiota.

Profecía De Un Omega (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora