Capítulo 11: "Sonrisa"

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Lukas decidió llevar a Levi al mercado como primer punto de partida pues estaba más cerca de su casa y era un lugar pintoresco que le podría gustar al omega. El sol de la tarde calentaba sobre sus cabezas, el alfa ya estaba acostumbrado a los bochornos del día pero le preocupaba que el omega se cansara con facilidad. Secretamente, fantaseo con poder cargarlo si aquello pasaba.

Todo sería perfecto si no tuviera la constante presencia de Gerald detrás de ellos vigilando cada uno de sus pasos. Por órdenes de Zacarías el alfa debía salir acompañado mínimo de un guardia de rango alto, pero de vez en cuanto lograba escabullirse justo como ayer. Claro, resultaba regañado fuertemente pero valía la pena las horas de privacidad.

- Tu seguridad es la mayor prioridad de todos los guardias, si algo te pasa sin tener un heredero la manada entrará en caos.

Lukas caminaba dando pasos cortos retrasando lo más que podía el supuesto paseo, el omega de cabello blanco seguía aferrado a su ropa mirando en todas las direcciones posibles, se sentía intimidado por la gran cantidad de gente que caminaba por la calle, incluso había personas transformadas cargando en sus lomos pesadas cargas. Lukas no lo sabía pero esa era la primera vez que Levi salía a la calle por cuenta propia, se sentía nervioso y empezaba a notarse en su aroma.

- ¿Has probado los beignets? - los ojos de Lukas se desviaron a su costado para ver al omega negar - hay un puesto cerca ¿Quieres que te compre uno?

Lukas había planeado esa salida durante todo el dia creando una serie de pasos que iba a seguir al pie de la letra, tenía todo fríamente calculado. Llevaba el dinero suficiente como para comprar todos los dulces que a el omega se le antojaran o cualquier cosa que quisiera. Iba a consentirlo tanto que no le quedaría más remedio que enamorarse de él.

Era un plan perfecto

- ¿Que es un beignet?

- Buñuelos fritos cubiertos de azúcar, son deliciosos.

Paso uno, alimentarlo.

Se detuvieron en un puesto de comida, el olor hizo rugir el estómago de Levi y la saliva empezó a abundar en su boca. Después de pagar el beignet, con más monedas de las necesarias, el alfa miró como los ojos del omega de volvían ansiosos, lo vio devorar el pan mientras seguían caminando uno al lado del otro. El bullicio del mercado no era tanto como en la mañana, el ambiente era tranquilo y lo mejor de todo, no había escuchado ni un solo mal comentario, solo había recibido un par de miraditas que podía pasar por alto.

- Cuando era niño, a mi madre le gustaba venir a saludar a los mercaderes un día a la semana, decía que tener una buena relación con el pueblo era beneficioso para su corazón. Siempre dejaba una moneda extra cuando compraba algo - el alfa sonrió con aprecio al más joven que se lamia los dedos llenos de azúcar blanca

Dos niños pasaron corriendo a unos metros de distancia, detrás un pequeño lobo rojizo los perseguía mientras reían.

El omega parpadeo dos veces manteniendo el rostro inexpresivo y teniendo que mirar hacia arriba para ver los ojos café del alfa.

- ¿No tienes más familia? - ladeo la cabeza haciendo que un mechón de pelo le cayera en la cara - la casa solo huele a ti

- Todo mi pueblo es mi familia - Lukas le sonrió juguetón

- Hablo de sangre

- Tengo un tío que es parte del Consejo pero vive en la capital donde se llevan acabo las labores. Es todo lo que tengo - Lukas se encogió ligeramente de hombros - ¿Qué hay de ti?

Levi lo miró con ojos muertos, no había brillo de vida en sus ojos y eso ponía a Lukas muy incómodo. El omega simplemente se encogió de hombros y se volvió a aferrar a su ropa.

Profecía De Un Omega (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora