Capitulo 3: "Miedo"

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Salir de la cabaña había sido por poco la cosa más difícil que había hecho en toda su vida, su alfa estaba nervioso, emocionado y furioso en partes iguales, quería vigilar la puerta donde el omega estaba y esperar a que Noah saliera y le dijera que estaba bien, que nada le había pasado, entrar y presentarse correctamente, decirle que él y toda su manada lo protegerían de ahora en adelante, que encontraría a los lobos grises que lo atacaron y los castigaría con sus propias manos. Quería preguntar su nombre y saborearlo en su boca, no importaba cual fuese sabía que sería el nombre más hermoso que sus oídos jamás habían escuchado.

Pero claro, no era algo que pudiera hacer si no quería ser bombardeado con preguntas innecesarias.

El peso de sus acciones cayó sobre sus hombros en cuando estuvo limpio y vestido en la sala de reuniones con sus consejeros inundando el aire de un olor agrio y pesado.

Había traído a un omega de afuera a la manada.

Uno que había pasado a los voogs sin permiso.

El mismo que tenía grilletes en los tobillos ensangrentados y le había gruñido faltándole al respeto.

— No puede quedarse.

Lukas respiró hondo, llenando sus pulmones de oxigeno y pensó cuidadosamente sus siguientes palabras. Se sentía diferente, no lograba descifrar en qué o cómo, pero se sentía diferente. Abrió la boca para hablar pero fue descortésmente interrumpido

— Averiguaremos de que manada es y lo enviaremos de regreso en cuanto sus heridas estén sanadas. — Zacarías lo miró con reprobación — Lukas, fue una imprudencia que lo trajeras sin saber nada de él, puede ser un criminal

— O un esclavo — Opino Aaron

— ¿Pero los esclavos no estaban prohibidos por el Consejo? — Sara se llevo una arrugada mano al pecho con horror

— Así es

Lukas volvió a respirar hondo tratando de calmar las ansias de levantarse y gritar que al que querían devolver y echar, era nada más y nada menos que el omega que tanto habían esperado. Levantó la mirada topandose con los ojos curiosos de Julv, era el único que se mantenía callado y esperaba pacientemente a que Lukas tomara la palabra. Sabía que, era el único que respetaba verdaderamente su posición como Alfa.

Bear era la única manada que contaba con un círculo de consejeros para su alfa y tenían cierta autoridad dentro de la misma, estos fueron elegidos por el Consejo cuando Lukas asumió el mando siendo un cachorro, su función era básicamente vigilar que no metiera la pata. El Consejo dudaba que lo hiciera bien, pero no podían oponerse, era su derecho de nacimiento. Por muy pequeño que fuese, la sangre de un linaje de líderes corría por sus venas. Bear controlaba todo el Este y era la mayor productora de alimento para aquellas manadas que no tenían manera de cosechar o casar, no podían darse el lujo de entrar en una disputa de liderazgos que retrasaría las cosechas.

Hasta ahora lo había hecho bien, había errado poco y aprendido a la fuerza como todos los líderes. Casi podía escuchar a su padre hablar en su oído diciéndole que estaba orgulloso, con esa voz tranquila que intentaba imitar

Oh padre, si me vieras ahora siendo pisoteado por esta bola de ancianos, te volverías a morir.

— Es un omega, — Dijo por fin, tratando de que la voz no le temblara — necesitaba ayuda y...

— Es un extranjero — Zacarías lo cortó con brusquedad — Lo que debemos hacer es...

Apretó las manos debajo de la mesa clavándose ligeramente las uñas en la palma de la mano

Profecía De Un Omega (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora