Profecía De Un Omega (Pausada)

Capitulo 2: "Omega"

Las campanas sonaron en toda la manada, se escucharon aullidos a kilómetros de distancia y las personas empezaron a salir de sus casas con rapidez incluyendo a un pequeño alfa de catorce años que se ajustaba las botas con torpeza. Corrio en direccion a la plaza siendo seguido por Gael que sujetaba con manos temblorosas una espada de acero más grande que su cuerpo

Gael siempre lo seguía a donde sea que fuese, sus padres le habían encomendado la protección del heredero antes de marchar a la guerra como si este no fuera más rápido y fuerte en combate. El beta se lo tomaba muy a pecho, después de todo era una orden directa de los líderes de su manada

— ¡Lukas espera!

— Escucha aullar a nuestra gente Gael, mis padres volvieron. ¡Todos volvieron!

La sonrisa en su boca iluminaba su cara entera, trataba inútilmente de parecer sereno mientras se abría paso entre la multitud de gente que se aglomeraba para recibir a sus familias. Las emociones de todos eran palpables hasta el punto de ser casi asfixiante

Una vez las personas notaron su presencia, hicieron espacio para que pudiera pasar inclinando ligeramente la cabeza. Se colocó justo al frente con las personas a sus espaldas y vio emerger desde el horizonte las figuras borrosas de lobos que marchaban en su dirección.

Era su deber recibirlos, su padre se lo había dicho antes de irse. Un alfa siempre debe estar al frente para cuidar de los que van detrás de él

Un llanto desgarrador lo hizo borrar su sonrisa y el impacto hizo mella en el

Vio lobos cubiertos de sangre cojear con cargas sobre sus lomos, personas con vendajes teñidos de rojo sobre sus cabezas o alguna extremidad. Incluso logró ver las carretas llenas de cuerpos cubiertos con sábanas siendo jaladas por los caballos.

Aquellos no eran ni la mitad de los que se habían ido.

Pero lo que más le cortó la respiración, fue ver al padre de Gael en la cabeza con la corona de su padre en una mano y la de su madre en la otra. Al llegar frente a él, hincó una rodilla al suelo y se llevo el puño derecho al corazón inclinando la cabeza. Las coronas cayeron a sus pies al mismo tiempo que su corazón era atravesado por una flecha llena de dolor

El hombre pronunció las palabras en voz alta, afirmando una verdad que el pequeño no se esperaba mientras las personas detrás de él imitaban su posición haciendo una reverencia

— Alfa

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Lukas sintió su interior temblar, frente a él se encontraba una persona cubierta de barro y sangre de la cabeza a los pies que intentaba arrastrarse hacia el tronco de un árbol dejando un desastre a su paso, pedazos de lo que parecía su ropa se encontraban en diferentes partes de su cuerpo dejando sus heridas expuestas, los grilletes en sus tobillos brillaron como invitándolo a que los mirará fijamente. Se quedó inmóvil, sin saber muy bien qué hacer, las emociones que salían de su pecho lo estaban asfixiando. Casi ahogandolo

Lukas siempre sabía que decir, recordaba la forma en la que miraba a su padre hablar frente a la manada cuando era pequeño, como se tomaba su tiempo para pensar las palabras y después decirlas en voz lo suficientemente alta para que llegara a cada oido presente, trataba inútilmente de imitar sus movimientos, sus gestos, incluso el tono de voz, hasta que llegó un punto donde verlo y escucharlo traía consigo un sentimiento nostálgico a quienes habían conocido a su padre.

Lukas siempre sabía qué decir

Había aprendido a hablar incluso antes de emitir palabras

Pero justo ahora, con esa criatura envuelta en sangre y dolor, no tenía nada que decir.