Capitulo 4: "Un nombre para un omega"

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Lukas vertió un chorro de champú en su mano y la pasó sobre la cabeza blanca metiendo sus dedos en la cabellera grasosa y dando un suave masaje. Se había quitado la pasada capa y arremangado las mangas de la camisa. Retiró pedazos de pasto y ramitas de madera en el proceso, se preguntaba vagamente cuando fue la última vez que el omega recibió un baño. El agua cristalina se tiño de una tonalidad marrón desagradable y la espuma que caía sobre la espalda del omega lo invitaban a mirarlo más de la cuenta.

Se contuvo para fijar la vista en la pared del baño. Tenía que darle el respecto a su cuerpo como se lo merecía

Le dolían los brazos, meter al omega a la bañera le costó unos arañazos y un par de mordiscos pero cuando el vapor del agua le acarició el rostro se quedó extrañamente quieto. Aprovechó para quitar las vendas que cubrían sus brazos, piernas y tórax. Las heridas estaban cerradas y casi curadas, sólo algunas tenían pinta de tardar un poco más en sanar, no le extrañaba, Noah lo había atendido y Noah era especial.

— ¿Te duele algo? ¿Sientes dolor en las heridas?

El omega negó, mirando cada uno de sus movimientos con ojos desconfiados.

Lukas se colocó de cuclillas frente a él y examinó los grilletes en sus tobillos, no lucían demasiado gruesos pero suponía que para un omega romperlos sería difícil. Tomó el extremo de uno de ellos y con algo de esfuerzo logró romper la cerradura, el sonido fue acompañado por una exclamación de asombro, rompió el otro grillete y levantó la mirada sonriendo

— Bueno, ahora eres libre

Tal vez el omega era algo inexpresivo, pero Lukas pudo ver el impacto que sus palabras causaron en sus bonitos ojos

Procedió a retirar los pedazos de lo que solía ser su ropa ganándose un par de gruñidos. La falta de ropa dejaba ver la delgadez de su cuerpo, las costillas se le marcaban a los costados y podía ver las protuberancias de su columna en la espalda llena de cicatrices viejas. Se mordió los labios para no verlo más de lo debido aunque los ojos se le aguaron ligeramente, lo ayudó a meterse a la bañera y se sobresaltó cuando soltó un sonidito débil que le costó escuchar

— ¿Que?

Tal vez le ardían las heridas o el agua estaba demasiado caliente, se reprendió mentalmente por ser tan descuidado.

— Esta caliente — balbuceo el omega, sumergiendo las manos en el agua y sacandolas con rapidez

Sintió en el pecho algo cálido nacer al ver su expresión cambiar de escéptica a una ligeramente fascinada, empezaba a creer que esa era la única expresión que conocía su cara. La seriedad

Lo vio jugar con el agua como un cachorrito ¿Nunca se había bañado con agua caliente?

— ¿Quieres que la enfríe un poco más? —  preguntó tomando las botellitas que había en el estante y vaciando algunas en la bañera, creando espuma y tratando de parecer indiferente

El omega lo miró sin parpadear

— No

Después de eso ninguno dijo nada, el omega miraba fijamente el agua pasando la astilla del jabón por sus brazos quitando restos de sangre seca mientras Lukas se sentaba en la orilla de la bañera detrás de él lavadole el cabello con cuidado. No se creía capaz de tocar de esa manera su cuerpo así que prefería que lo hiciera él solito.

Se moría por interrogarlo y sacarle hasta el más mínimo detalle pero fue paciente. No quería asustarlo o presionarlo

— Aun no me has dicho tu nombre — tanteo el terreno con cuidado

Profecía De Un Omega (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora