CAPITULO 7

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Uno dos tres

Uno dos tres

Uno dos tres

Uno dos tres cuatro

Uno dos tres cuatro

Uno dos tres cuatro

Estaba contando con mis dedos.

Mi mirada se dirigió hacia la puerta y solté un suspiro entrecortado.

Solo un momento más, un segundo más, y me iría.

Después del concierto fuimos a un bar que quedaba al final de la calle para pedir bebidas y comer un poco.

Todos estaban demasiados ocupados conversando del concierto para que se dieran cuenta de mi estado. Apunto de enloquecer. Estaba apunto de perder la cabeza.

Mi celular vibraba en mi cartera y desde el momento que empezó a sonar supe que mi noche ya había terminado.

Por suerte fuí lo bastante rápida en bajar el sonido para que nadie aparte de Leslie oyera, desde entonces sentía su mirada en mi perfil de vez en cuando.

Mi pierna subía y bajaba, mi corazón se aceleraba con cada segundo, y mi dedo pulgar piqueaba con mi índice, del medio, anular y meñique a la misma velocidad que mi ritmo cardíaco.

Uno dos tres

Uno dos tres...

— ¿ Alexa ? — dí un respingo y giré hacia Harry quien me observaba fijamente — ¿ Estas bien ?

Fingí una sonrisa.

— Por supuesto— respondí.

Dejé descansar mis manos en la mesa en la cual todos estábamos sentados al rededor pero luego las aparte.

— Estás inquieta — susurró Harry solo para nosotros.

Rodé los ojos.

— Claro que no, simplemente estoy un poco cansada, — me encogí de hombros — eso es todo.

Frunció el ceño.

— ¿ Segura ? — indagó.

— Sí.

Me encontré con su mirada penetrante e intenté parecer lo más tranquila que pude.

— En serio, estoy bien. — no sé si estaba tratando de convencerle a él o a mí.

Asintió con la cabeza lentamente.

Miró a sus amigos un momento y después se levantó de su asiento.

Abrí los ojos extrañada.

— Alexa y yo ya nos vamos. — avisó, interrumpiendo a sus amigos.

— ¿ Que ? — preguntó Emily — ¿ Por qué ? Es temprano todavía.

— Tenemos que trabajar mañana — pestañeé sorprendida — Y yo me comprometí en llevarla de nuevo, así que nos vamos.

Perpleja por lo sucedido, me puse de pie también y recogí mis cosas.

— Yo... — tragué saliva — Eh...

— Está bien, cariño. — me interrumpió Emma — Seguro todavía no estás acostumbrada al cambio de horario.

— Debes descansar, — continúo Louisa — Mudarse de país no es tan sencillo.

Leslie esbozó una pequeña sonrisa y entrezaló sus dedos con los de Masón.

— No te preocupes por nosotros, Alexa.

Solté una bocanada de aire.

— Gracias por comprender, chicos. — mi atención fue hacia Alex — Tu concierto fue increíble, espero algún día volver a presenciarlo.

Hasta que no existan más estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora