𔘓ᅠ── ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

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Siempre supo que había algo especial en su hijo, algo que parecía estar más allá de su comprensión y en efecto lo estaba. Hombres lobo, Banshees, Cazadores, Kanimas; todo eso era algo que podía creer porque lo había podido ver, le costó, claro que le costó hacerlo, pero lo había hecho. Pero creer que su hijo es un ser de luz dicho por alguien de otro mundo es algo que necesitó de un par de días para procesar.

—Hagamoslo. —Dijo finalmente, luego de meditarlo en silencioso por un par de minutos. —¿Qué debo de hacer?

—Conducir. —Fue lo único que le dijo Gopal antes de desaparecer.

La mision era simple, debian presentarse ante Stiles y ayudarlo a sanar para evitar que se rompiera, pero no podian hacerlo hasta que estuviera al borde del abismo, a punto de caer y sumergirse en la devastadora oscuridad de la que ya habia sido presa una vez, solo asi romperian uno de los sellos que contenian su poder. La mejor forma de hacerlo que encontraron fue quitandole lo único que le quedaba, su padre. Habían dejado de ser humanos desde hace tanto tiempo que los sentimientos y emociones humanas eran complicadas para la mayoria, pero lograron ponerse de acuerdo en que eso era lo mejor para que Stiles se dejara caer en la oscuridad y pudieran atraparlo, ahí sería donde ellos actuarian, debían ser cuidadosos porque si algo salía mal por más que intentaran agarrarlo lo dejarian caer sin más y no podian permitir eso. 

La necesidad de Lydia por gritar siempre estaba presente, la muerte estaba presente en todos lado y como la Banshee de Beacon Hills ella la sentía, a diario sentia un tirón en la piel que le indicaba que alguien habia muerto en el condado, a menudo se preguntaba si a Meredith le sucedia igual, tal vez eso la habia vuelto loca, ser la unica que sentía todas las muertes en el condado debio ser difícil, más cuando no podía contener los gritos.

Por eso a Lydia le encantaba la casa del lago, no habia gente a su alrededor y podia gritar cuanto quisiera, desahogarse y despedir a los muertos sin que la tomaran por loca o sin hacer que los oidos de alguien sangraran, pero a veces solo le gustaba ir al muelle a pasear, sin ganas de gritar o lavar el luto de los muertos. le gustaba el agua pero en la mañana estaba congelada, mas en esa epoca del año, sus pasos eran tenues y cuidadosos, no queria que el tacón se le resvalara y terminara fracturandose un pie, ella no sanaba como las demas criaturas sobrenaturales, solo era una humana con la maldicion de cargar con la muerte de las personas, a veces personas a las que amaba como Allison.

Le había dolido su muerte, habia gritado y llorado, se había metido a la cama y había pasado semanas sin salir o querer saber más del mundo, pero nunca culpó a Stiles por lo sucedido, a pesar de que la manada lo hacia ella no podia, fue el cuerpo de Stiles, pero no era Stiles, justo como cuando ella revivió a Peter, lo habia hecho su cuerpo pero ella no habia accedido a eso, solo habia sucedido. 

Avanzaba por lo largo del muelle mientras miraba su telefono, Jackson no dejaba de molestar con que deberian de jugarle una broma a Stiles, Malia habia amenazado con cortarle los dedos y meterselos por el culo si se le ocurría hacer algo pero la idea seguia rondando el chat de la manada, aún no sabia como es que Derek se habia prestado a hacer algo así, siempre lo vio como un anticuado, pero al parecer sabia usar un celular mejor que un anciano de noventa años. 

Mientras daba la tercera vuelta escucho un susurro, algo que la dejo en un trance del que sabia no iba a poder salir, asi que solo relajó su cuerpo y dejo que este se moviera hasta la orilla, de donde una melodiosa voz la llamaba, sus pasos fueron certeros, aunque no fuera consciente podia saber donde pisar y donde no. Cuando asomó la cabeza a la orilla del lago lo primero que vio fue su reflejo, nada fuera de lo normal hasta que este hablo. 

--Lydia, necesito tu cuerpo. --Dijo su reflejo, era Luz.

La mano de su reflejo se extendio y ella hizo lo mismo con la suya, el agua comenzo a levantarse en una espiral que le daba la bienvenida y la madera debajo de sus pies crujio, su mirada se nubló por unos segundos antes de que cayera al agua. 

𝐀𝐋𝐈𝐕𝐄: 𝑆𝑡𝑒𝑟𝑒𝑘 𝑠𝑡𝑜𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora