Capítulo 9

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Sentí como la ira producía calor en mi cuerpo, mis ojos no reconocen al hombre que hace unos instantes se encontraba junto a mí, ahora lo veo como un patán malhumorado

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Sentí como la ira producía calor en mi cuerpo, mis ojos no reconocen al hombre que hace unos instantes se encontraba junto a mí, ahora lo veo como un patán malhumorado. Mi pecho se contrae con el dolor de ser tratada de aquella manera tan brusca, me falta el aire, todo da vueltas a mi alrededor.

Si bien es cierto, no tengo mucho tiempo conociéndolo, pero no lo percibí como aquel tipo de hombre del cual le hablaría de manera tan grosera a una mujer. Me ha tratado con la punta del pie.

¿Estaré exagerando con mi reacción?

Quizás si me haya pasado de los límites, al igual que él sobrepasó los límites de mi paciencia. La última orden que recibí de su parte, la seguiré al pie de la letra, me limitaré a mi trabajo y solo tendremos una relación profesional. No tengo intenciones de tener alguna clase de cercanía con él, claro está que a él tampoco le interesa tenerlo. Aquello evitará que siga siendo pisoteada por su actitud grosera ¿Quiere qué sea solo la empleada? Bien, solo eso seré.

Bruno no ha salido de la oficina desde nuestra discusión. Su hija no ha parado de preguntar por su padre, y yo no encuentro respuestas. Le propuse que pasara a verlo, pero me ha dicho que él no le permite entrar a la oficina, a ella ni a nadie, a excepción de Emma y Santino, que por lo que he notado hasta ahora es como su mano derecha.

La señora Evelyn aún reposa en su habitación. No recuerda nada de lo que dijo al despertar, no ha dicho palabra alguna sobre lo sucedido con Emma, incluso me ha costado convencerla para que coma algo y pueda seguir su medicación como se debe, al final ha accedido a regañadientes. Santino no lo hemos visto desde que salió por aquella puerta, pálido y preocupado, como si temiera lo peor.

No conozco a Emma, no sé cómo es físicamente ni como es su personalidad, tampoco no he tenido ningún trato con ella, pero eso no evita que sienta pena por la chica. No quiero imaginar por todo lo que debe estar pasando, acompaño a la familia en su angustia y quiero brindar todo el apoyo que me sea posible para hacer de este trágico momento lo más apacible que se pueda.

La noche se hace cada vez más helada y silenciosa de manera incómoda, el sonido de la brisa al entrar por el balcón es incluso aterrador. No es tan tarde, pero Angela ya se ha quedado dormida en el sofá, quisiera cargarla a la cama y así no dejarla tumbada en el sillón. Podrá ser un sofá costoso, pero incómodo para dormir, aunque eso significaba entrar a la habitación de Bruno y ni loca lo haré.

Lo mejor que puedo hacer por ella es llevarla a mi cama. Una vez la dejo en esta me quedo por unos instantes observándola, ella es tan dulce, noble, inteligente y con un carácter fuerte al mismo tiempo. Y esos ojos verdes preciosos que le permiten expresarse sin emitir palabra alguna. Cuando sea una señorita será verdaderamente hermosa y con sus respuestas tan ingeniosas no dudo que también de uno que otro dolor de cabeza.

Al dejar a Angela, fui a la habitación de la señora Evelyn. Su mirada estaba tan perdida y llena de inquietud que opté por suministrarle pastillas para dormir y un té. Quizás eso la ayude a relajarse, pero no creo que pueda acallar los murmullos de su mente. Espero pueda descansar un poco al menos.

Ante Mis Ojos (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora