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Nada más ingresar en la sala de investigaciones todas las miradas se posaron en la detective. 

Ryuzaki, sentado en uno de los sofás más pequeños en la parte derecha de la sala de investigaciones podía observar claramente a Melany. El resto de compañeros se encontraban de espaldas a ella, pero no tuvieron problema en girarse para saludarla efusivamente. 

Un tanto extrañada por encontrarlos en los sofás, cuando normalmente estaban en grupos reducidos investigando, se fue aproximando a ellos examinando cada una de las caras que la observaban hasta que se detuvo al lado del sofá grande. 

– Hola. – Saludó la joven centrando ahora su mirada en Ryuzaki, sentado a su manera en el sofá pequeño que estaba enfrente de ella. – ¿Qué me he perdido? 

– Les conté lo que estuvimos hablando estos días. – Ante la respuesta vaga de Ryuzaki, la cara de Melany solo expresaba confusión. – Les conté tu teoría de que hay tres kiras. El principal, el segundo kira y el tercero, Higuchi. 

– Pero solo era una hipótesis. – Refutó la joven cambiando su expresión a una molesta. – No debiste contarles eso. – Antes de que la joven pudiera seguir recriminando aquella decisión, Light se levantó del sofá captando la atención de la chica. 

– En realidad ha hecho bien Melany. Desde que hemos sido conscientes de esa posibilidad hemos cambiado nuestra manera de pensar. Creemos que tenéis razón con esa hipótesis. 

Ahora el rostro de la morena solo expresaba estupefacción. 

– Pero... 

Near la interrumpió antes de que pudiera continuar hablando. 

– Tiene mucho sentido. El por qué puso Higuchi huir y la diferencia clara que hay entre el primer Kira y el que estábamos tratando hasta ahora. No nos habíamos percatado de que su interés a la hora de matar era diferente. Eso solo lo hemos descubierto una vez que fuimos conscientes de tu hipótesis. 

– Ese hecho Melany, nos ha hecho estar de acuerdo con tu hipótesis. – Finalizó esta vez Mello bastante serio apoyando sus brazos en las rodillas sin dejar de observarla. 

Por su parte, la chica se acercó al sofá pequeño que tenía a su derecha, justo enfrente de Ryuzaki y se fue sentando lentamente asimilando las opiniones que acababa de recibir. 

– Yo solo... quería esperar un poco para que os enteraseis de la hipótesis que estábamos llevando a cabo Ryuzaki y yo. 

– ¿Por qué? – Cuestionó Matt. 

– Si estamos en lo cierto y esa hipótesis es correcta, deja demasiados interrogantes y no tenemos respuestas para ninguna de esas preguntas. Por eso no quería que lo supieseis, no sabía como defender esa idea. 

A esa confesión le siguieron unos segundos de silencio hasta que Mello decidió romperlo. 

– De esta manera Melany, cada hecho que ocurra, cada cosa que pase o que descubramos podría darte las respuestas que necesitas. 

Sus ojos se centraron en el joven antes de seguir con su explicación previamente interrumpida. 

– Ese es el problema. Cuanto más tiempo pasa, más interrogantes aparecen y cada uno de ellos carece de respuesta. Y si aparece alguna respuesta no tiene sentido a no ser que tengamos en cuenta una cosa. 

– ¿Qué cosa? – La voz de Ryuzaki se alzó sobre el silencio que había creado la joven dejando bien en claro que tenía una idea y que le costaba expresarla. Ryuzaki, sabía perfectamente que esa idea era la que le había impedido compartir todos sus pensamientos con él recientemente. Sabía que esa idea era la que le había obligado a la joven a pedirle tiempo para investigar, para cerciorarse de lo que pasaba por su mente. 

Unidos por la justiciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora