1; detalles viejos de belleza

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En ese pueblo lejano era extraño ver a nuevas personas llegar y quedarse, tan siquiera por una parada de descanso no era tan común

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En ese pueblo lejano era extraño ver a nuevas personas llegar y quedarse, tan siquiera por una parada de descanso no era tan común. Por ello, cuando una camioneta desconocida paró frente a la notaría local, llamó la atención el desconocido joven que bajaba de esta.

Su cara era completamente desconocida, pero fue amable y sonrió un poco a los locales frente al viejo edificio, que pinta de no haber cambiado desde hace decenas de años. Un poco vacilante entró al lugar y captó la atención de las pocas personas que trabajan ahí.

—¿El joven SooBin? —sus nervios por no saber qué decir desaparecieron al reconocer al abogado de la videollamada— Es un gusto por fin conocerlo, venga conmigo por favor.

—Lo mismo digo. —respondió, para seguirlo hasta una pequeña oficina con decoraciones rústicas, pero elegantes a su manera.

El mayor, manteniendo su amabilidad características de personas del campo lo invitó a lo que parece ser su oficina. Tomando asiento, SooBin no evitó ver su alrededor fascinado por las decoraciones de varios marcos con fotos tanto antiguas como nuevas— ¿Desea tomar algo? El viaje debió haber sido largo.

—Estoy bien, traje una bebida conmigo —al momento que notificó a su amigo del viaje largo que debía hacer, prácticamente le ordenó llegar algún snack y bebida, la verdad si fue buena idea—. Este lugar es muy lindo, hay bastante silencio a comparación de la ciudad.

Tanta era la tranquilidad que se escuchaba las ramas de los árboles chocar debido al viento, las voces lejanas de las personas y el ladrido de un perro— A la mayoría tanto silencio les asusta, al menos a los de ciudad les pasa seguido.

Aunque el mayor no lo supiera, la personalidad del rubio es compatible con ese lugar solitario y pacífico, SooBin pensó en que sería lindo mudarse a ese tipo de lugar, pero su asma siempre lo detuvo pensando en el clima frío que se maneja ahí; al final lo haría por la razón que menos esperó.

—Aquí tiene los papeles de la casa y las llaves, no sabría decirle si están todas las puertas y muebles —el conocido sobre manila le es dado, junto a un llavero con al menos diez llaves; cuenta sacada rápidamente—, tiene luz y agua potable, así que mucho problema no tendrá.

SooBin sonrió devolviendo la sonrisa amable del hombre frente a él.
Dió un rápido vistazo a los papeles, se aseguró que tanto su nombre como número de identidad fueran correctos— Muchas gracias.

—Disfrute su nueva casa ¿desea que lo lleve a conocerla? Así no se pierde cuando al fin se mude.

Pensó unos segundos en la propuesta, no era mala idea considerando que apenas conoce ese lugar. Aceptó y pronto se encontró conduciendo, siguiendo el auto del mayor. Parecía que la misma escena llena de árboles pasaban por su ventana, un bosque sin fin y quieto que lo acompañaría en su nueva vida.

Las hojas del otoño dejaron de ser lo único que veía y pronto, frente a él y entre árboles, una gran casa con un estilo antiguo se alzaba rompiendo el paisaje natural.

Cartas del más allá  | yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora