Parte 3

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          Continuaste caminando tranquilamente para no levantar sospechas. Pero cuando estabas por cruzar la calle, la luz del semáforo cambió a verde, impidiéndote el paso. Veías los autos pasar mientras eras consciente de que el extraño se estaba alejando, y no podías hacer nada. Comenzaste a impacientarte, ¿lo habías perdido? En cuanto pudiste cruzar, aceleraste el paso y giraste en la esquina, pero ya no había rastro de él. No tenías ni idea de qué camino podía haber tomado, así que comenzaste a caminar por la calle sin rumbo, mirando en cada cruce o local en el que pudiera estar.

          Luego de un rato lo viste a lo lejos. Justo antes de que cambiara de dirección y lo perdieras de nuevo, corriste para alcanzarlo, pero al girar en donde creías que lo había hecho él, te encontraste con un pequeño callejón, en el que lo único que había era un muro viejo y descuidado. Te habías confundido, así que saliste de ahí lo más pronto posible, pero por más que buscaste ya no diste con el muchacho extraño. Luego de varios minutos de búsqueda, decidiste rendirte y volver a casa.

          Al día siguiente, mientras te preparabas el desayuno, tu familia había encendido la televisión, estaban viendo las noticias locales. De pronto escuchaste que un acontecimiento terrible había ocurrido el día anterior muy cerca de donde te encontrabas. Un anciano había sido hallado muerto en el pasillo dentro de una pequeña tienda. Nadie había escuchado nada hasta que el ruido de algunos productos cayendo los alertaron. Las autoridades creían que había sufrido un paro cardiaco. A pesar de eso y de lo extraordinario que podría sonar, en una entrevista, la mujer que había encontrado el cadáver afirmaba que tenía una herida en el pecho, pero que había desaparecido minutos después sin explicación alguna.

          La hora coincidía, había sido poco después de que vieras al chico extraño con cola. ¿Estaban relacionados ambos sucesos? Cuando le contaste a tu familia sobre lo ocurrido, nadie dio crédito y te ignoraron casi de inmediato. Quizás así se había sentido aquella mujer del noticiero. La diferencia era que, aunque ella no lo supiera, tú sí le creías.


Final 1

La criatura y el anciano

¿Qué pasó ese día?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora