praise | kooktae

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Actualidad

Taehyung estaba cabeceando en la mesa más apartada de la cafetería que frecuentaba, con la laptop frente a él, un chocolate caliente a su izquierda y lo que restaba de la mesa llena de cuadernos, libros y lápices por todas partes, leía una y otra vez las indicaciones que le eran dadas.

Estaba tomando una prueba para la universidad.

Mentiría si dijera que no estaba demasiado nervioso. Movía una pierna al mismo tiempo que golpeaba el teclado de su laptop con la goma del lápiz que tenía en sus manos, sus gafas descansaban perfectamente en su nariz y realmente por fuera no parecía tan perturbado por la ansiedad que estaba sintiendo, pero por dentro estaba muriendo.

El reloj marcaba las 7:40 a.m. y Taehyung esperaba impacientemente para que fueran las 8 y la prueba diera inicio.

Estaba quedándose dormido también, pues su transmisión se había prolongado demasiado cuando los espectadores comenzaron a donar por múltiples peticiones, y, ¿Quién era Taehyung para no cumplir esas peticiones a cambio de dinero?

El saldo en su cuenta había aumentado considerablemente esa noche.

Ordenó un nuevo chocolate y un pastelillo que había leído en el menú. Faltaban menos de 5 minutos para su examen cuando la orden le fue entregada.

El teléfono en sus manos no dejaba de sonar con las notificaciones de me gusta en su última publicación en Twitter.

Marcado como me gusta por @kotton y 652,790 personas más.

Y ahí estaba el comentario del Alfa que siempre buscaba inconscientemente muy, muy, consiente.

Tomo un sorbo de su chocolate mientras le sonreía al teléfono, le dio like al comentario, obviamente, él era su fan favorito.

La alarma apareció en la pantalla e interrumpió su ensoñación, automáticamente su atención cambió de objetivo, otorgándosela por completo a la prueba la próxima hora y media.

Apenas eran las 11 a.m. cuando Taehyung abandonó la cafetería, con su enorme bolsa colgando de uno de sus brazos y la nariz congelada se encaminó a su hogar.

Un pequeño apartamento para una persona, muy lindo y cómodo. Era acogedor pero a veces era solitario y eso era algo que lo seguía lastimando después de años.

Dejó el bolso en el piso de la entrada y comenzó a quitarse el kilo de ropa extra que traía encima, peleando con la bufanda y la gabardina que quería arrancarse al mismo tiempo. Sin más ropa de invierno y sin zapatos, avanzó al centro de su solitario hogar y se dejó caer en el elegante sillón negro.

Veía el techo sin ser consiente del tiempo que transcurría, cuando se ponía a pensar las cosas, su mente se inducía al pensamiento y era inconsciente de más cosas a su alrededor.

Cuando volvió en si, se levantó del sillón y se pasó las manos por el cabello, los pocos mechones húmedos le hacían consiente de las lágrimas que había derramado.

Odiaba recordar.

Se levanto y se fue directo al baño, se lavo el rostro y salió directo a la cocina.

A Taehyung le gustaba cocinar, creaba recetas y era su propio catador. Creaba platillos, unos quedaban deliciosas, algunas no tanto. Había platos merecedores de restaurantes 5 estrellas y había otros que no resultaban en más que una masa quemada pegada al sartén.

Así pasaba su tiempo libre, cocinando.

Cuando eres un omega sin carrera universitaria no podías ser nadie, podías ser alguien si tuvieras un alfa, pero de los dos casos, ninguno era el de Taehyung.

Despertaba, cocinaba, veía videos en youtube, veía series, películas y documentales. Volvía a cocinar, limpiaba y, solo los domingos por las noches, transmitía en vivo en OX.hub.

Su vida era repetitiva y aburrida. Y, cuando no tienes a alguien con quien compartirla, se vuelve triste.