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La noche de películas y la cena que el omega prepararía, habían sido pospuestas noche tras noche

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La noche de películas y la cena que el omega prepararía, habían sido pospuestas noche tras noche.

Como el alfa había estado llegando tarde y cansado de los extensos ensayos, lo único que hacía al llegar a su pent-house o al departamento de Taehyung (la mayoría de veces al último), era dormir.

Había tenido libres dos días.

El primero fue el sábado de hacía una semana y lamentablemente o no -la verdad es que no- Taehyung había hecho una transmisión.

Jungkook aún pensaba en eso y se ponía... nervioso.

El omega en la habitación que aún no ha conocido, en la cama que aún no ha visto y trabajando con el cuerpo que él aún no ha tocado. Y Jungkook se sentía tan descontrolado ese sábado por la noche, con el libido tan alto y tan enamorado del omega tras la pantalla. Sí, estaba celoso, muy celoso a decir a verdad, pero sabía que si algún día un alfa estaría tocando ese cuerpo, sería él y solo él, que los gemidos que escuchaba ahí en ese momento, algún día serían soltados en la intimidad donde estuvieran solo ellos dos.

Y estaba ansioso, muy ansioso a decir verdad, pero presionar al omega es algo que jamás estaría en sus planes.

Recuerda perfectamente también el sentimiento de relajación del domingo por la mañana, a decir verdad la transmisión y las consecuencias que trajo en su cuerpo lo tenían relajado, había aliviado el estrés que venía cargando desde que había comenzado con los ensayos diarios.

El otro día libre había sido ese viernes.

Apenas despertó, se aseó y tomó sus cosas para salir directamente al departamento del omega. No fue hasta que iba a medio camino que se dio cuenta que, tal vez, era demasiado temprano. Obvio le había avisado al omega que era su día libre y que lo tendría por ahí, pero  Taehyung no tomó en cuenta que sería a las casi 7 am, que le tocaría salir de la cama y recibirlo con el pijama puesto y el cabello despeinado.

—Jungkook, Kookie... no son ni las 7 de la mañana— regaño apenas abrió la puerta abrazándose a sí mismo por el frío que diciembre traía consigo en ese lado del mundo.

—Perdón, no lo pensé, te extrañaba tanto— dijo apenas entro al lugar. Hizo una pausa para quitarse los tenis, y el gran abrigo que le calentaba, y alcanzar al omega.

Vio como se detuvo a recargarse en la barra de su cocina y lo alcanzó para abrazarlo y besarle la mejilla.

—Perdón, prometo llegar a una hora más prudente la próxima vez— se disculpó dándole la vuelta para verle directamente a los ojos.

—Por favor.

—Si...

—¿Quieres dormir hasta más tarde?— pregunto separándose de su cuerpo y ofreciéndole su mano.

—Claro que si, ni siquiera debería de ser una pregunta— acepto la mano que le era ofrecida.

El alfa lo siguió hasta su habitación, antes de entrar volteó a la puerta que se veía al fondo del corto pasillo, la habitación que aún no conocía, alcanzándola a ver tan solo por un par de segundos antes de ser jalado hacia dentro aún de la mano del omega y dejándose sentar en la cama.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2023 ⏰

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praise | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora