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—¿Qué quieres hacer hoy?.

Se habían movido a la habitación de alfa de nuevo. El omega esperaba sentado en una de las esquinas de la cama, entreteniéndose en el teléfono.

Taehyung volvió toda su atención al hombre que entró a la habitación. Jungkook se pasaba una toalla blanca por el cabello, vestía un pants de algodón en color negro y una camisa sin mangas en el mismo color que dejaba ver el brazo lleno de tatuajes.

Él sabía que Jungkook los tenía, había visto los pequeños caracteres en su mano y el alfa mismo le había confesado que estos iniciaban ahí y terminaban en el resto de su brazo izquierdo, más nunca los había visto.

Se descolocó por unos segundos, se había concentrado en la tinta y no había prestado atención a los brazos musculosos. Los bíceps se contraían cada vez que realizaba un movimiento y Taehyung estaba embobadísimo.

El teléfono en sus manos, el antiguo centro de su atención, yacía con la pantalla apagada por no recibir ninguna interacción.

—... Y después podemos volver aquí o ir a tu apartamento, ¿Qué opinas?.

—¿Q-Qué?— obviamente no le había escuchado. Había estado concentrado en... otras cosas.

El alfa entonces detuvo todos sus movimientos y le entregó una mirada curiosa al omega, quien estaba en la punta de la cama con las piernas una encima de la otra, y el codo recargado en ellas, su palma sosteniendo su rostro mientras la otra mano sostenía su teléfono.

Jungkook notó el hecho de que el omega estaba viéndole atentamente y con los labios entreabiertos.

—Hyung, ¿estás bien?— preguntó con una sonrisita juguetona, sabiendo perfectamente que el mayor estaba un poquito embobado viéndole.

—¿Qué, bien? Ah, si... y-yo bien, muy bien— dijo abandonando la posición en la que estaba antes, sentándose recto rápidamente y un poco nervioso—. ¿Y tu?.

—Estoy bien, lindo, gracias por preguntar. ¿Qué estabas haciendo?.

—Estaba viendo mi twitter— dijo abochornado mostrándole la pantalla apagada.

—Linda pantalla, ¿nunca se te ha roto?.

—¿Qué?— el omega volteó el teléfono a él otra vez, confundido por la pregunta del alfa, y viendo como este llevaba apagado ya un buen rato. Tras verse descubierto y aún un poco avergonzado, confesó: —Perdón estaba viéndote, tus tatuajes me gustan, son atractivos.

Jungkook vio como una sonrisa apenada tomaba lugar en el rostro del omega.

—¿Sólo los tatuajes?.

—... tú también.

Y el alfa sintió su corazón comenzando a latir rápidamente. Ahh, amaba demasiado los elogios que el omega le daba.

Acercándose a él, se agachó y depositó un rápido beso en su frente, y arrojando la toalla, con la que antes secaba su cabello a la cama, se inclinó un poco más hasta poner su rostro frente al del omega para rozar su nariz con la contraria antes de besarle castamente en los labios.

El omega copió su acción y dejo un beso casto en los labios del alfa.

—Te decía que tengo que ir a la empresa a ver unas cosas con mi amigo, está produciendo algo para una premiación, será rápido.

—Oh, está bien, ¿quieres que te espere aquí o que me vaya a mi apartamento?—. preguntó el omega.

—No, quiero que vayas conmigo, quiero presentarte a Yoongi... — pensó rápidamente en cómo referirse a Jimin a partir de ahora—. Y a su omega que también es mi amigo y a mi manager, ella... ella ya preguntó antes por ti.

praise | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora