👾 7

1.1K 107 3
                                    

Habían pasado días desde el encuentro entre Jungkook y Taehyung en el supermercado. Jungkook había quedado flechado y lo notó cuando le hablo del omega a su manager, quien emocionada por el flechazo preguntó por el nombre de la persona que había enamorado a su amigo. Fueron 5 días exactos después que Jungkook fue consiente en que no tenía un nombre para el rostro del omega que lo había conquistado.

Fue cuando se le ocurrió la idea perfecta. Leyendo una y otra vez una de las cortas recetas que el omega le había dado, comenzó a intentar prepararla y justo como lo pensó, se confundió en algunos pasos y más tarde con algunas verduras quemadas y con los tonos de llamada haciendo eco en la cocina de su penthouse, esperó por la respuesta de Taehyung.

Taehyung quien había estado haciendo limpieza en su hogar ignoró la primera llamada cuando vió un número desconocido. Las tiendas que intentaban venderte algo por teléfono eran demasiado insistentes y sí, ese día estaba demasiado aburrido, pero lidiar con esas llamadas no estaban en sus planes.

Fue la tercera que Taehyung tomó.

-¿Qué?.

-¿Estamos molestos bonito?.

-¿Eh?.-se separó del teléfono, viendo el número y desconociéndolo -no es como si alguien le llamara de todas formas- y recordando, rebuscó en el bolsillo de la gabardina colgada en el perchero al lado de la entrada, el número ahí escrito era el mismo que había estado ignorando.-Oh, lo siento, olvidé guardar tu número y había estado ocupado en otras cosas, se me fue el tiempo. Lo siento otra vez, soy muy tonto a veces.

-Esta bien, no te mortifiques por eso.

-Y... ¿A que se debe su llamada señor alfa?.-Nota mental: preguntar por su nombre.

-Había estado buscando una excusa para llamar, estoy cocinando una de tus recetas.

-¿Necesitas ayuda?.-preguntó encaminándose a la habitación, tirándose inmediatamente a la cama mientras escuchaba movimiento del otro.

-Ya quemé 80 tomates.-se lamentó.

Así pasaron la tarde del jueves, con Taehyung explicándole paso a paso lo que tenía que hacer, convirtiendo la llamada en algún momento en un FaceTime, con el atardecer cubriendo la ciudad y la calidez de estar compartiendo tiempo cubriéndolos a ellos, no se habían dado cuenta de qué se llamaban la atención más de lo que imaginaban, inconscientes de las miradas que se entregaban el uno al otro.

Así pasaron la tarde del jueves, con Taehyung explicándole paso a paso lo que tenía que hacer, convirtiendo la llamada en algún momento en un FaceTime, con el atardecer cubriendo la ciudad y la calidez de estar compartiendo tiempo cubriéndolos a e...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Para el sábado de la misma semana ya habían intercambiado un montón de llamadas junto a un poco de información. Sabían sus nombres y que vivían a unos 30 minutos de distancia, que el supermercado era su punto medio.

Era la madrugada del domingo, 3 semanas después, cuando se encontraron de nuevo, con la excusa de una reunión rápida en una tienda de conveniencia a unas pocas cuadras del hogar del omega de cabellos negros.

Compró ramen, ingredientes, que él mismo le añadía, y un par de vasos con hielo que vendían ahí. El microondas estaba a la mitad de su trabajo cuando la campanilla de la tienda sonó, Taehyung volteó y reconoció la figura del alfa que ocupaba su mente.

Jungkook entró volteando directamente hacía Taehyung evadiendo completamente a la alfa que trabajaba de cajera quien insistía con la mirada, siendo casi invasivo.

-¿Hola?-saludó inseguro viendo cómo él alfa parecía evadir a la única persona en la habitación aparte de ellos dos.-¿Estás bien?

-Sí no te preocupes.-le respondió mientras intentaba esconderse con sus brazos aún manteniendo su vista fija en él omega frente a su mesa que vigilaba los ramen.

El omega se reía de las acciones del contrario cuando el ruido del microondas le anunció que los ramen estaban listos.

-¿Por qué los metiste ahí?.-Jungkook le pregunto desde su escondite. El ramen no se preparaba así, y el alfa lo sabía, pero la receta de Taehyung y los ingredientes extra lo requerían.

-Esto, señor alfa, es una de mis mejores recetas.

El apodo de señor alfa había permanecido desde el primer momento que fue mencionado y era algo que a Jungkook le encantaba aunque no lo aceptara.

-Es Jungkook.

-Señor alfa.

-Hyung, eres mayor que yo.

Taehyung volteó a verlo y entrecerró los ojos viéndolo de mala manera fingiendo molestia por las palabras del Alfa.

-No mereces mi ramen.

Cuando Taehyung dejó ambos platos de ramen sobre la mesa notó que Jungkook no había dejado de mirarle desde que había llegado, no era alguien que se sonrojaba pero algo en la mirada brillosa del alfa le hacía enrojecer las mejillas y Jungkook, quien estaba cautivado, no podía borrar la pequeña sonrisa que se formaba por debajo del cubrebocas. Y es que era algo, era algo que tenía Taehyung, pero Jungkook no sabía descifrarlo, ¿era su olor?, ¿o era la forma en que, desde que lo vio esa madrugada en el supermercado, lo había ayudado?. No lo sabía. Pero estaba totalmente seguro que tenía algo que lo hacía sentir bien, que también coloreaba sus mejillas y le alteraba todos sus sistemas.

Tal vez era la gran cantidad de luces que poseía el local, pero a Taehyung le gustaban los grandes ojos del alfa. Y así, mientras preparaba las bebidas, Taehyung y Jungkook mantuvieron las vistas fijas el uno en el otro y una corta conversación sobre cómo habían estado.

 Y así, mientras preparaba las bebidas, Taehyung y Jungkook mantuvieron las vistas fijas el uno en el otro y una corta conversación sobre cómo habían estado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
praise | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora