Un Viernes por la noche.

capitulo 12

Christian

Maldije una y otra vez a Samanta y aún lo sigo haciendo es una maldita mentirosa, no puedo negar lo mucho que me afecta lo indiferente que ha Sido Mara conmigo, intente hablar con ella el día que partimos de la casa de playa pero ella no siquiera me miró está semana ha estado así siempre que vamos Lizeth y yo a buscarla ni siquiera voltea a verme cuando Lizeth me pide que pare en cualquier lugar para comprar algo intentó decirle algo pero ella se limita a ponerse sus audífonos y dejar la mirada fija en la ventanilla del coche, aveces captó su mirada pero ambos la desviamos en ocasiones puedo notar el tono carmesí que toman sus mejillas cuando la reparo, odio eso, odio la forma en la que mara se adueñó de mis pensamientos la forma de invadir los llevándose todo por delante ,hoy ya es jueves y estoy aparcando el coche en el edificio donde está el apartamento de Mara, lizhet está subiendo el ascensor mientras yo las espero con los brazos apoyados en el volante, noto el coche que está frente al mío y lo reconozco enseguida

Es el de Sandra

Lizeth baja pero baja sola, se acerca y se monta nuevamente en el coche antes de poder preguntarle dónde está Mara ella habla

-Mara no vendrá con nosotros -me mira un poco

-¿Porque?- preguntó

-Sandra me ha dicho que Mara se siente un poco mal, ella la llevará luego de un rato - escuchar eso me preocupa un poco pero no digo nada enciendo el coche y me dirijo hacia el instituto en cuanto llegamos veo que está adornado de pies a cabeza ya que hoy es jueves y es el último día ya que empieza las vacaciones de verano Lizeth dice algo que capta mi atención

-Josh ha invitado a Sandra y a Mara al viaje-me quedó un poco sorprendido por eso pero no digo nada, el cumpleaños de Josh es dentro de dos días pero el ha planificado un viaje de casi una semana a una cabaña que está cerca del bosque el cuál es de su madre nos iremos hoy por la tarde después de que las chicas salieran del instituto me sorprendí un poco saber que Mara iba, conduci hacia la casa cuando entre a la cocina ví que mi madre y Victor el padre de Lizeth estaban ahí ya me acerqué a la nevera y tomé un poco de agua cuando escuché a mi madre hablar

-¿Chris?-escuchar ese diminutivo me hace tensar un poco me volteo y ahí está mi madre Alice Brown una hermosa mujer de ojos azules igual que los míos y piel blanca

-No me llames así mamá- digo y ella baja un poco la mirada me acerco y me siento frente a ella-¿Que pasa?

-No es nada solo que te he notado un poco desanimado desde que llegaron de la casa de la playa¿ Que pasa amor?

-No quiero hablar de ello mamá - le digo y ella me mira comprensiva le doy un corto beso en la frente y ella hace lo mismo para luego rodearme con sus brazos en un fuerte abrazo

-Vale, ve a hacer la maleta te serviré la comida

Asiento y subo a mi habitacion, la tarde transcurre demasiado rápido y yo estoy un poco ansioso de volver a ver Mara, quiero arreglar las cosas con ella y entienda que todo esto es un malentendido, tarde más de lo necesario en arreglar las maletas ya que luego de comer mi madre me dice que vaya a por Lizeth que ya es tarde, subo mi maleta al coche y subo para ir al instituto, siempre pensé que lo de mudarme a España era una locura hace meses estaba negandome rotundamente hacia mamá que me insistió una y otra vez para que me mudase con ella, Victor y su hijastra y mírame aquí, sin querer irme y buscando la forma de explicarle a Mara lo que pasa pero su indiferencia no me deja muchas opciones, busque a Lizeth y nuevamente Mara no quiso subirse en mi coche ella seguía igual que está mañana su ojos estaban un poco enrojecidos
¿Habia estado llorando de nuevo?
Mara temia de algo en ocasiones he notado ese sentimiento en su irís he visto lo mucho que se asusta cuando alguien desconocido se le acerca y eso me confunde. Yo he sentido miedo, no voy a negarlo, la última vez que sentí miedo fue el día que Sofía casi murió aún recuerdo lo mucho que ella lloraba en mis brazos sus labios están morado al igual que su rostro, días después ya estaba bien pero nada impidió que al final se fuera dejando un enorme silencio en la casa, ya no se escuchaba su risa, ni el ruido de sus juguetes, a veces podía escuchar su voz llamando una y otra vez y me dolía saber que ella no está conmigo, luego entendí que el miedo nos hace humanos, nos hace personas, que no nos hace débiles ya que cualquiera puede sentir miedo es solo que a veces es mejor evitar que este sentimiento se haga más grande no hay que dejarnos pisotear por nadie y hay que afrontar las cosas por más que duelan ya que no te queda otra opción que luchar contra eso que tanto te hace daño.