El subir y bajar crudo e irrompible
Mara
Estoy enamorado de ti
Me odie, me odie por no decir nada, odie a Sandra por interrumpirnos, me odie porque si quiera pide despedirme de el, por no poder despegar mis ojos ni un instante de el y notar como el me miraba a mi de la misma forma, esperando mi respuesta, esperando algo que yo tambien queria darle, decirle, pero que no pude debido a la insistencia de Sandra para irnos, pero queria hablarle queria decirle cuanto le quería y cuánto lo necesitaba a mi lado, no pude dormir, sentía el miedo de una pesadilla volver y no quería sumirme en eso, no quise tomar el movil y tener que recordar la llamada de Aaron acusandome, sabia lo que tanto pretendía, sabia que iba a amenazarme, de nuevo, por eso colgue, no iba a escucharlo un segundo más solo seria tortura para mi, aun así, el miedo permanente en cada parte de mi cuerpo recorriendome, abrazándome, adhiriendose a mi poco a poco. En cambio no pude decirle a Sandra nada de lo que pasó, solo se acostó a mi lado, y se quedó dormida al instante, y por más que trate de dormir no pude hacerlo así que pase el resto de la tarde viendo películas en la sala hasta que oscureció por completo, momento donde Sandra salió de la habitación y me acompañó el resto de la noche hasta logré consiliar el sueño a altas horas de la madrugada.
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No sé que sería peor, aceptar la invitación de Liz a una estúpida fiesta o decir que no y aguantar cada segundo del día las quejas de Sandra hacia mi por no ir, al despertarnos Liz nos llamó diciéndonos que hara una fiesta en la casa de Stefano, me negué rotundamente pero ambas empezaron a quejarse por todo y decir que tenía que ir que al final tuve que decir que si, así que Sandra me dió un vestido que por obligación tenía que ponerme, en cambio puse una condición y es que quería irme cómoda, nada de extravagantes vestidos , ambas aceptaron a lo que yo solté un suspiro de satisfacción, la fiesta sería justo hoy en la noche, no soy fan de las fiestas pero si necesito salir a distraerme un rato
— Oye Mara — Entra Sandra a la habitación rápidamente casi corriendo
—¿Si? — la veo y me extiende su móvil, confundida lo tomo y veo el nombre de Christian, una llamada
—Christian pregunta por ti —Sonrie
—Oh
—ahora vuelvo
Sale y cierra la puerta veo la pantalla del móvil y se que está del otro lado escuchando, atento a lo que sea que yo vaya a decir
—¿Christian?
— Mara — oigo su respiración pausada — ¿Cómo estás?
—Yo..bue..no..nose.— trato de decir algo coherente pero en lugar de eso empiezo a balbucear a lo que noto una pequeña risa — Estoy...Estoy bien, ¿Tu cómo estás?
—Estoy bien — Suspira y noto su voz cansada, está mintiendo
—Josh me dijo....me dijo algo.....algo de ti
—¿Si? ¿Y que te dijo?
— Que no estabas bien
—¿Joshua te dijo eso?
Silencio
—No es nada Mara, mi padre apareció hace unos días
—¿Q..que?
— Pero no puede acercarse a nosotros, por sus antecedentes de agresiones hacia mi madre y hacia mi tiene prohibido hacerlo así que no hay de que preocuparse, se acerca y se va a la cárcel.
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Un Viernes por la noche.
Teen FictionDos almas muy parecidas, Dos corazones que luchan por ser felices,Dos heridas que quieren ser sanadas,Dos personas que se aman con locura, el pasado tan despiadado, y el futuro que no promete nada para ella, ambos faros de luces, ambos son una flor...