Chrischel: La hija del Sultán. Parte 10

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*Rachel*

Las enormes puertas de la sala de guerra del ejército inglés se abren de par en par ante mi y camino a través de ellas.

Son las ocho de la noche y el frío del ocaso empieza a correr a través de las paredes llegando hasta mi piel que abrigo un poco más acomodando la piel de ciervo que cubre mis hombros.

Todos los presentes se levantan cuando me ven con excepción de una sola persona, una mujer de aproximadamente unos setenta años de edad y pelo cenizo por las canas que lo tiñen que se queda en su posición mirándome con ojos inquisidores, pero lo dejo correr porque no tengo tiempo para discutir con ningún aliado y mucho menos con algún noble de alto rango venido a más.<en estos momentos necesito todo el apoyo posible>

-Bienvenida majestad-dicen todos al unisono y uno de los sirvientes parados en una esquina se acerca a toda prisa para correr la silla que le corresponde al rey ubicada en un extremo de la mesa.

-Supongo que ya todos saben por qué los he convocado aquí-empiezo una vez me siento-estamos en una situación un poco complicada, los enemigos se han aventurado en nuestras costas con un propósito aún desconocido para nosotros y no tenemos el tiempo suficiente para pedir ayuda, tenemos que encargarnos nosotros mismos.

-Yo diría que el propósito de los rusos es bastante obvio-me interrumpe la señora que es la única mujer en la habitación además de mí mientras mueve la copa de vino espumoso que sostiene entre las manos y se lleva un poco a la boca-destruir y conquistar, hasta un niño de cinco años se daría cuenta, el hecho de que usted no lo haga es un poco ......preocupante.

<El tono que utiliza me molesta>

-Eso es más que deducible-respondo-pero el hecho de que venga acompañado de la esposa del anterior rey es lo que aún no está claro.

-Si no eres capaz de llegar a esa deducción por ti misma me pregunto que es lo que estos distinguidos lores y yo hacemos aquí-contraataca-despues de todo está demostrando no ser más que una niña jugando en un juego de adultos que no es capaz de entender.

-Si soy capaz de entenderlo o no eso no es de su incumbencia, yo soy la reina y como tal tengo el derecho y la postestad para disponer de los recursos del reino y todo aquello que se encuentre en el como me de la gana-me levanto-y si usted señora no va a colaborar le voy a pedir que se retire-apunto con la mano a uno de los guardias que custodian la puerta y se mueve hasta mi lugar-en estos momentos necesitamos aliados que nos apoyen no nobles venidos a más que solo nos retrasen.

Vuelve a mover la copa de vino ocultando una sonrisa de suficiencia detrás de la copa y con una simple señal de su mano los guardias que se acercaban se detienen en seco.

-Sientate de una vez, niña, que no vine hasta aquí para perder el tiempo.

Cierro las manos en dos puños presa de la ira y la sangre que corre caliente por las venas solo pide una cosa y es más sangre.

Aparto la silla que tengo detrás y doy un paso fuera de ella a la vez que me pasan por la cabezamás de diez formas de descuartizar a esta señora y sus ganas de ponerme en ridículo delante de los otros nobles.

-Por favor majestad tranquilicese-interviene Parker dejando el puesto que ocupaba cuando se interpone en mi camino-todos tenemos los ánimos bajos y los sentimientos a flor de piel pero este no es momento de buscar nuevas contiendas y mucho menos con la Duquesa Regina de Morgan, la abuela de su esposo, regente de Escocia y dueña de más de la mitad de los hombres con los que contamos en estos momentos-comunica abriendo un poco los ojos para hacer más obvia la información que aún no dominaba.

-Muy bien, ya hechas las presentaciones pasemos a la parte importante que tengo cosas que hacer-interviene ella.

-¿Cómo ir a tomar el té mientras un criado le da masajes en las piernas?-pregunto cuando me vuelvo a sentar en mi sitio.

Fanfic_SADonde viven las historias. Descúbrelo ahora