Alma perdida

Prólogo

Hola a todos. Casi nunca, nunca, pero nunca escribo sobre algo que no sea Star Wars o Marvel, pero me pidieron que escribiera sobre la casa del dragón. Y ya que Fuego y Sangre es uno de mis libros preferidos y ahora la serie me ha dejado volando alto, decidí aceptar el desafío a pesar de mis mil y una historia sin terminar.

Demás está decir que bueno no sigo la linea ni del libro ni de la serie, sino que es un trabajo bastante AU.

Espero que a alguien le guste, y agradecería si pudieran comentar o dejar su voto. 

Abracitos

Alicent Hightower supo que su plan perfecto resultaría de forma espléndida cuando la persona que había escogido para ejecutarlo se mostró totalmente dispuesta a cumplir su deseo.

Al ver la locura de Ser Criston Cole, ella supo que él sería el sirviente perfecto.

Al ver como había destrozado el rostro del amante de Laenor Velaryon, ella supo que él poseía la clase de locura que ella necesitaba para sacar a Rhaenyra para siempre de su camino.

Podría simplemente haberle ordenado que matara a la heredera al trono, pero eso sería demasiado misericordioso.

Rhaenyra le había mentido. La había usado y engañado, y no conforme con eso, había hecho que despidieran a su padre Otto Hightower como mano del rey.

Rhaenyra pagaría por eso, y Criston Cole la haría pagar por lo que había hecho.

Rhaenyra creía que podría casarse, y usar su matrimonio como máscara para acostarse con tanto amante como quisiera, pero ella no permitiría que una mujer indecente y poco digna como ella ascendiera al trono.

Era su hijo Aegon, quién merecía reinar, el primer hijo varón del rey, así lo decía la ley, no importaba si él rey ya había nombrado a su heredera. Rhaenyra no heredaría el trono, y ella ya se había encargado de eso.

Ser Criston Cole tenía un nuevo propósito. Impedir que la princesa Rhaenyra acabara con el reino, hacer que la decencia prevaleciera por sobre los malvados deseos de la princesa heredera.

Mientras Rhaenyra se preparaba para su boda, estaba nerviosa. Daemon había desaparecido. Otra vez. Ni siquiera sabía por qué había tenido esperanza.

Él la había besado en medio del escándalo, y luego la había dejado sola, con el horror de la muerte de Ser Joffrey, con el horror de ver a su padre enfermo casi colapsar en medio de la celebración. ¿A Daemon alguna vez le había importado su padre?

No, a pesar de ser el hermano del rey, a Daemon no le importaba nadie más excepto él.

Y ahora debía casarse con Laenor, su pobre primo que debía estar destruído.

Iría a verlo antes de la boda, presentarle su apoyo y rogar disculpas por lo que había hecho Ser Criston.

Sin embargo, ella no había esperado no encontrar a su prometido en el lugar donde se suponía que debía estar.

Vio una ventana abierta, una de las ventanas que daba al pozo de dragones. ¿Él había escapado? ¿Había montado a Bruma y se había ido?

-No se ha ido, él está a salvo en otro lugar, no le hice daño- dijo Ser Criston Cole apareciendo en la habitación en donde debería haber estado el prometido de Rhaenyra.

- Ser Criston- dijo ella molesta con quién fue su amante no muchas lunas atrás- ¿Cómo se atreve? ¿A qué se refiere que no le hizo mucho daño? ¿Qué ha hecho?- preguntó ella cuestionándolo por su horrible actuar, por el horrible crimen cometido ¿Cómo es que él no estaba encerrado en un calabozo?