No conseguí una verdadera entrevista de esta muchacha. Estuvo sedada durante días. Cuando le dieron el alta debió adaptarse a la vida sin luz, sin color... sin sueños. Con un futuro incierto.
Supe por su familia que asistía a la escuela de Artes Visuales. Dibujante desde pequeña, compartía con orgullo sus cuadros en sus redes sociales.
Su familia no estaba pasando por la mejor situación económica, así que la joven había empezado a cobrar por dibujar, a pedido de sus seguidores. Abrir comisiones, lo llaman ahora.
En su tableta gráfica aguardaban decenas de trabajos inconclusos.
Como les mencioné, esta joven no me permitió entrevistarla. Cada vez que me acercaba a su casa, su madre me pedía que le diera más tiempo.
A lo sumo podía verla por la ventana que daba a la calle, cuya cortina con frecuencia olvidaba cerrar. A pesar del daño en su rostro, el parecido a las otras dos víctimas era inconfundible.
Idéntico cabello. Los ojos habían poseído el mismo color. La curvatura era característica de ese tipo de nariz. Los labios que hasta ayer estaban sonrientes tenían cierta forma. Su complexión coincidía.
Esta joven pintora estaba sumida en una profunda oscuridad. Y no hablo solo por su visión perdida. Incapaz de volver a sujetar un pincel o sumergirse en sus acuarelas, cayó al abismo.
El dolor físico de su rostro tampoco menguaba, así que consumía analgésicos para poder dormir.
Una mañana, tanteó algo pequeño en su ventana. Con picos y pliegues en cartulina. Sabía lo que significaba, le habían contado que la encontraron con una grulla de papel justo antes de que su mundo se derrumbara.
Regresó el ave a su sitio entre los dos barrotes que daban a la calle. No intentó destruirla ni gritó de frustración.
Esto lo presenció su hermano menor, gracias a quien pude llenar varios huecos de esta historia.
En ese momento, la muchacha decidió que había tenido suficiente. Sin decir una palabra ni ser consciente de la mirada de su hermanito, tragó todo el frasco de pastillas calmantes y se lanzó a la cama.
El niño no comprendió lo que sucedía y siguió jugando en la acera. Fue a buscarla cuando llegó la hora del almuerzo... y el pánico siguiente pueden imaginarlo.
Los doctores le hicieron un lavado de estómago, pero ella había caído en un coma insondable del que nadie pudo regresarla.
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Tres grullas negras
Mystery / ThrillerUn profesor universitario le cuenta a dos alumnos acerca de un monstruo que sembró el caos en un pueblo aislado. *** Dos universitarios y un profesor despiertan acorralados en una construcción abandonada. Mientras luchan por escapar, este último rem...