Con Robin compartí momentos muy lindos, donde crecimos, aprendimos del apoyo mutuo y del amor.
Pero el camino jamás fue sencillo para ambos.
Robin traía consigo problemas del pasado con los cuales al principio yo pude lidiar, pero luego de repetir patrones, una y otra ves, y de empezar a cargar con cosas que no me pertenecían, llegue a ese punto donde por más que lo quería y aceptaba sus heridas me canse.
Aprendí que siempre por mucho que amemos a alguien, debemos ponernos nosotros en primer lugar, si bien las relaciones se construyen de a dos personas. Lo mas importante es uno estar bien, para así mismo darle a la pareja la mejor versión que podemos ser.
Ahora preocuparse de uno mismo no se trata precisamente de "egoísmo", cuidar el bienestar emocional y mental, debiese ser una de las primeras cosas que nos enseñan en la vida, aun así no lo hacen.
Por otro lado lo que si llamaría egoísmo seria ocultar un sentimiento o situación importante a la pareja, cuando son ambos los implicados, dejar afuera a quien esta contigo, en los momentos más duros de la vida, cuando a veces la pareja más quiere apoyar.
Volviendo a nuestra no relación, si estuvimos juntos un tiempo determinado, y existían todos los pilares fundamentales para que la relación funcionara, aun así por mas que lo teníamos todo en momentos ambos hicimos que ello no funcionara, por ende todo lo que se armo, un día se destruyo.
Entre él y yo existía química, atracción, tiempo, empatía, y amor.
Pero como no todo es solo eso, y las relaciones se forjan día a día, cuando quisimos avanzar juntos por la vida y dar un paso más. Fue que no estábamos preparados, y ya no estábamos bien juntos.
Y no era nuestra culpa, jamás fue nuestra culpa.
Nosotros habíamos luchado por sostener algo que ya no se podía tener en alto, y es que dimos todo lo que teníamos cada segundo, hasta más no poder.
Pero todo tiene un límite, y cuando nos dimos cuenta de nuestro tiempo juntos, llevábamos años, y pese a que podíamos ser más que solo dos chicos enamorados, "el mundo que nos rodeaba se nos estaba viniendo encima", caminábamos con cargas que no nos pertenecían.
Nos hacíamos daño, y hablábamos de nuestras propias heridas, en vez de sanarlas.
Y no, no nos justifico yo perdone aquellas cosas que no debía perdonar, y él por su parte, siempre repitió patrones que fueron adquiridos de su familia, y es que, qué podía yo pedir si éramos solo dos jóvenes que no tenían dirección, estábamos probando lo que era una relación, estábamos creyendo saber cosas las cuales estaban sucediéndonos por primera ves.
Éramos tan predecibles que nos hicimos totalmente influenciables para aquellos que no nos querían ver felices.
Y cuando me refiero al mundo que se nos estaba cayendo encima, era el choque de las familias, los pocos espacios de tiempos que nos hacíamos para vernos, las diferencias de opinión, la falta de apoyo y los problemas que aparecían y crecían cada vez mas.
Y vale aclarar que él y yo nos queríamos de una manera única, pero frente a todo lo que nos sucedió ese amor y cariño no era suficiente.
Si bien nuestra historia duro solo un par de años, se convirtió en una de las relaciones que en un punto dado más me daño, y no por el amor precisamente, porque el amor real jamás lastima.
Más bien fueron aquellas situaciones que no pudimos vencer juntos, la falta de madurez, las pocas ganas de debatir o opinar acerca de cosas que habían que resolver.
Y por eso me quede guardando cada uno de los momentos que siempre nos dimos, porque se que por mas que nos amamos, hoy en día solo nos quedamos con la sal.
La parte triste de amar, lo malo, lo que nadie quiere contar, y lo más difícil aprender andar cuando tus alas ya dejaron de volar.
Pudimos ser más que el tiempo en contra, aun así se que Robin y yo en un mundo no muy lejano fuimos ese "si", esa decisión difícil de aceptar, pero que al final de todo si podía hacerme feliz.
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BESOS CON SABOR A SAL© [TERMINADA Y EDITADA]
Teen Fiction"UNA HISTORIA REAL". Porque las redflags a veces no son suficientes. Robin y yo, fuimos la sal del mar cuando las lagrimas rompieron el silencio, fuimos una de las pocas eternidades de amor de película que se pudieron un día contar. Pero el odio y e...