8|"Espinas y Rosas"

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El quiebre siempre duele, aunque no hayamos sido nada, siempre lo que quedo a medias pesa y nos lastima de algún modo.

En plena madrugada me senté en la cama, porque ya no podía dormir eran las 02:15. Y el reloj a mi lado me señalaba que no había logrado dormir tanto, aunque si había cerrado los ojos por un momento, en mi cabeza el tiempo había pasado de prisa y ya había descansado lo suficiente.

Los sueños esa noche no me ayudaba en nada, por más que lo trataba, no podía descansar, y es que no podía evitarle, no lograba sacarle de mi mente él estaba clavado en mi subconsciente.

Y como le olvidaría si su nombre era lo que más mi mente repetía.

Me bastaba cerrar levemente los ojos, en plena oscuridad para que, en mi mente, se apareciera Robin Brown en repetición, como una pesadilla constante, junto a la desilusionante escena de Bella y él besándose justo a pasos de mí.

¡Ay! ya enserio mente justo ahora me vas a hacer esto.

Dije tapándome el cuerpo con la ropa de cama, y poniéndome cómoda abrazando la almohada y cogiendo la otra para acomodar la cabeza, obligándome en una posición cómoda a dormir y no pensar más en él.

En la mañana de aquel día sonó el despertador, me dolía la cabeza por a ver dormido menos, pero de igual manera lo apague, estaba cansada y sin ánimos.

Le di un golpe tan fuerte al despertador que sin darme cuenta lo boté, 10:30 de la mañana en punto.

Hora de empezar otro temible día en la vida de Ema Devise.

Cogí una toalla y sin ánimos, me metí a bañar, me peine, seque y planche mi cabello con suavidad, me puse el unirme, perfume, y ya desayunada y lista, salí rumbo a la secundaria del centro de la ciudad, a la hora justa.

Llegue a la sala y tome asiento justo alado de Dana quien apenas me vio me dio un fuerte abrazo.

No basto decirle nada, ni como me sentía, ni siquiera darle el porque de mi ausencia ese día en la sala,  Dana me entendía, sabia como y cuando darme un abrazo de esos que te recomponen en un mal día.

Gracias Dana.

-

De pronto alguien nos interrumpió.

Era Bella, parada alado de mi mesa, de brazos cruzados y con cara de que algo le molestaba.

-Em... Me gustaría que habláramos, ¿puede ser?, Ema somos compañeras y fuera de todo éramos amigas.

Exacto tu lo has dicho éramos.

 -De verdad necesito que me escuches por favor, hablemos.

-

-Ema no tiene nada que hablar contigo! respondió Dana muy molesta, poniéndose justo en medio de ambas, quitándome de la vista el rostro preocupado de Bella.

Esa situación me mantuvo en tensión aunque tener a Dana cerca me daba paz y confianza, aun así pensé en lo mejor para mi, decidí pedirle que por favor se alejara a Dana para esta ves si escuchar y conversar.

Hay cosas que debemos enfrentar solos, y esta era una de esas situaciones que yo debía enfrentar.

-

Basta chicas, no se comporten así, es más está bien Dana déjanos hablar, respondí. 

No pelen por esto, por enredos y confusiones de hecho el tema ni siquiera es con ustedes, creo que haremos bien en hablar,  porque sí que necesitamos hablar Bella.

 No es justo que lleguemos a tener que estar en una situación de tensión, cada vez que nos veamos o nos crucemos por la sala o el pasillo, y prefiero evitar a toda costa malentendidos  que tengan que ver con Robin Brown, así que mientras más paz haya  entre ambas mejor.

BESOS CON SABOR A SAL© [TERMINADA Y EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora