Recorrimos la ciudad, éramos tres jóvenes felices caminando sin mas.
Robin Brown mantenía sus ojos en mi, y por mas que su pequeño hermano Jhon intentaba llamar la atención a cada segundo, Rob siempre estuvo pendiente de mí, por si algo me pesaba, por si me tropezaba, o incluso por si solo me daba la gana hablar.
Quizás fue la cercanía que teníamos, la confianza, el simple hecho de coincidir en una avenida principal, donde ambos nos alegramos por vernos. Tal vez fueron sus ganas de saber de mí, pero es algo, que por más que a pasado el tiempo no se como definir.
Caminamos calles colapsadas de gente y autos. Era la hora punta, todos acelerados por llegar a su lugar, y Santiago es así, siempre andamos muy apurados en comparación a los de otras ciudades.
Y aunque siempre andamos corriendo, lo típico "es llegar siempre impuntual".
Tomamos las avenidas principales, recorrimos calles, y caminamos aproximadamente diez minutos. Llegamos los tres, justo a solo una cuadra del colegio de Jhon, aunque para ser mas exactos era solo una calle la que dividía la escuela de nosotros.
Jhon era un niño muy divertido, y maduro para su tan corta edad, porque solo tenia 10 años cuando lo conocí, y con su super intento de independencia, me hizo reír.
-Rob, hermano. Me dejas aquí, yo voy solo al cole, mis compañeros ya llegan solos, y quiero entrar sin ti.
Vale, esta bien te dejo al cruce y te vas solo, pero no me voy hasta que entres al colegio. Pero como se entere mamá de esto, nunca más me ofrezco a traerte.
- !Hecho¡ no le diré a mamá. Se despidió de una vez, corriendo y sonriendo, casi sin mirar para atrás.
Adiós Jhon, grite cuando este cruzo la calle solo.
Robin y yo, nos quedamos detenidos en la esquina de una calle, donde el movimiento de la gente, los furgones, autos y voces. Hicieron que por completo perdiera de vista a Jhon, quien al parecer ya estaba dentro del colegio.
Robin estaba parado frente a mi mirándole.
-Por fin ya entro dijo Rob. Y gracias por acompañarme Ema, ahora espero, yo no llegar tarde.
No lo creo dije sonriendo.
Comencé a caminar después de él.
Creí que solo venia detrás de mí, pero no de una manera tan literal.
Cuando me di vuelta para observar a donde estaba, me lo tope tan cerca de mi, que nuestro ojos se observaron unos a otros, hablando de todo, buscando respuestas, aunque las bocas estaban cerradas.
Fue un sentimiento único e inexplicable. Sentí que su silencio fue de incomodidad o sorpresa tal como lo fue para mi, y es que esperaba cualquier cosa menos encontrármelo de frente, cuando siempre me lo habia imaginado así, sentí que no estaba preparada, entonces de manera lenta le volví a dar el espalda.
No habia tiempo para esas cosas, Robin debía llegar a clase, y eso era lo único que importaba.
Apresure el paso para no quitarle más tiempo, cuando sentí que de manera suave jalo mi mano, haciendo que me girara justo hacia él.
Fue el beso mas tierno y romántico, duro lo que duran las eternidades en el espacio, y eso se sintió bien, fue de aquellos que no solo te hacen vibrar en el interior, si no que afuera también se notan, y es que estaba tan nerviosa que no pude ocultar mis sentimientos, mi miedo, mi rabia, tanto tiempo habíamos perdido, y ambos sabíamos que queríamos estar juntos.
Aun así en mi cabeza el momento lindo duro solo unos segundos, caí en cuenta de sus mentiras, de sus juegos, de todo lo que me hizo sentir, y como podía sentirme bien con quien mas daño me habia causado.
Camine de manera rápida, me intente alejar de él, sentí que habia sido la peor manera de empezar algo, mi cabeza se lleno de excusas, de miedos. Donde el pensamiento mas repetitivo era solo fue un desliz, no le gusto, y menos le importo.
-Ema.. para por favor, ¿Por qué te vas? detente.
Esto esta mal Rob, te das cuenta que solo a pasado un mes, tu y Bella aun están presentes en todos, y ¿Quién soy yo?, ¿soy la mala de la película?, ¿soy yo quien se metió?, te das cuenta de lo que hablaran, has al menos pensado en eso.
-No, y no pienses en eso, yo te quiero a ti, me gustas Ema Devise, me da igual si así hoy mismo se enteran todos, yo quiero estar contigo, porque nadie me hace sentir así.
Seguí mi camino, dejándole atrás, pensé que ya lo habia perdido otra vez, que su interés era solo pasajero, que después de un beso sin sentido no cambiaria nada, y me equivoque.
Su mano agarro la mía con fuerza, y antes que pudiese hablar o hacer cualquier otro movimiento, Robin me volvió a besar, estábamos en medio de la calle, donde gente y autos nos podían observar.
Aun así a él eso jamás le importo.
Y me pillo nuevamente de sorpresa, quedándome detenida ahí en un beso que se repitió una y otra ves, en diferentes lugares de la ciudad, donde nos fuimos caminando de la mano, teniendo miedo de que alguien que nos conocía nos pudiese ver juntos, pero aun así nada, ni nadie podía borrar de nuestro rostro la sonrisa, el sentimiento, y las ganas que teníamos de decir lo que nos acababa de ocurrir.
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BESOS CON SABOR A SAL© [TERMINADA Y EDITADA]
Roman pour Adolescents"UNA HISTORIA REAL". Porque las redflags a veces no son suficientes. Robin y yo, fuimos la sal del mar cuando las lagrimas rompieron el silencio, fuimos una de las pocas eternidades de amor de película que se pudieron un día contar. Pero el odio y e...