BESOS CON SABOR A SAL© [TERMINADA Y EDITADA]

11| "Esquivando golpes"

¿Entonces que fue lo que realmente paso?...

Robin Brown terminó su relación, y de ello todo lo que él tanto quería no funciono.

Pero no fue solo eso, de su final vino su extraño interés por saber más cosas sobre mi, me convertí en su "segunda opción" o su "escape de los problemas" "la que siempre le salvaba el día", pero eso fue mi culpa, por decirle siempre que el amor que tenia no era el que él se merecía.

Cegada por un sentimiento de cariño equivocado, empecé a conocer un lado difícil de él, una forma de ser que no cualquiera puede entender a menos que seas lo suficientemente valiente, y tengas bastante paciencia. Diría que fue esta la primera redflack que no vi, porque le quise ayudar, y aunque mas de una ves se le fue la mano con el daño, yo siempre me quede.

Una tarde de intermedio de clases, fui a verle. Entre al gimnasio y a la distancia le vi, él estaba en un rincón golpeando el saco de box.

De lejos a veces las cosas no son lo que parece, y por eso pensé que solo estaba entrenando, mi sorpresa fue verle sus manos, cuando por fin me acerque, estas ya estaban heridas de tantos golpes en el saco, aun así todos veían su dolor pero nadie podía acercarse o detenerle.

Su enojo era algo evidente y ya ni sus amigos le sabia manejar sus ataques de ira, es por eso que siempre pese a ser el más popular de la secundaria, cuando se trataba de hacer deporte muchas veces me lo encontré solo, y esta ves no fue la excepción.

¿Qué esta pasando? le pregunte a uno de sus amigos, mientras miraba el horrible espectáculo de Rob golpeando el saco con todas sus fuerzas.

-Tom miro a Rob, movió la cabeza, y dijo. Lo que pasa es que Robin a tenido malos días y esta cegado, suele ponerse así cuando las cosas no le salen como él quiere, y el término de relación con bella lo hizo tocar fondo. Ema ya nadie le puede frenar el enojo, y te aconsejo que no te metas, porque no existe alguien que pueda calmarlo en esta situación.

Pero, no puede ser, le has visto las manos ¿Cómo a nadie se le ocurre ayudarle? y así dicen que son sus amigos. ¿verdad? lo dejan solo cuando se siente más mal, pues yo no puedo con esto, lo siento.

-!Ema no te metas! no hace falta que vayas, este ya no tiene remedio, siempre esta así, y creemos que su enojo lo saca de esa forma, nosotros ya no podemos ayudarle, nadie puede hacerlo, solo le respetamos su tiempo de rabia y después ya anda mejor.

!Déjame Tom! solté su mano que sujetaba la mía, frenando cualquier tipo de movimiento, le tire una mirada que solo le dio para guardar silencio y mover la cabeza negando que eso no iba a terminar bien.

Verlo así de agotado a Rob, enojado o frustrado, sin entender las razones generales de su comportamiento, me dolía.

Por eso me acerque cuando ya su cuerpo estaba cansado, y con el sudor a flor de piel, sentía que solo se estaba esforzando a manejar una imagen de enojado, que estaba disfrazada de una pena muy grande que solo yo pude entender.

Verlo golpeándose las manos y rompiéndose los puños sin protección y sin pisca de dolor, me afecto, por eso me metí a detenerle.

Fue la primera ves que sentí rabia por todos los que estaban presentes, y aunque el gimnasio estaba casi vacío porque solo quedaban un par de sus amigos, me acerque un poco ás y le puse un punto final a su comportamiento.

-

Sentí la adrenalina pura, el miedo de no saber como seria su reacción, sumado a la confusión por no saber ocupar las palabras correctas y joderla más, de igual forma me detuve justo atrás de él, tomándome mi tiempo para hacer lo correcto.