Parte 8: Caty, primera parte

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Como en otras ocasiones, José bostezaba frente a la pantalla, de nuevo una larga sesión aburrida en Omegle sin encontrar a nadie interesante, el profesor llevaba una hora conectado y ya pensando en irse a dormir cuando apareció en la pantalla una chica de aspecto agradable y que, además, no pasó al siguiente extraño a los dos segundos, como hacían todas. Ninguno de los dos mostraba la cara del todo, José vestía camiseta de andar por casa y Caty llevaba un pijama con camiseta oversize de la marca Fila y pantalón largo, el pijama ancho disimulaba un poco su figura, se notaba que era una chica joven no muy alta pero debajo de esa gran camiseta parecía dibujarse una bonita figura. Una vez comprobado que ninguno pasaba al siguiente comenzó la fase de presentaciones:

- Hola, me llamo José, soy profesor y soy de España ¿y tú?

- Me llamo Caty, soy de México y soy estudiante de primer año de Psicología.

- Encantado Caty.

- Un gusto José.

- Antes de que me pases, seré sincero y te diré que no busco sexcam, pero sí me encanta lo erótico y lo sensual, supongo que estarás cansada de que todos te pregunten y te pidan sexcam.

- Pues la verdad es que llevo un rato aquí y, hasta el momento, solo un par de hombres me han pedido sexcam de forma directa, el resto ha sido agradable y querían solo hablar. También ha habido un par de tipos raros, uno de ellos me comentó que le excitaba insultar a las mujeres y comenzó a llamarme de todo, que quería cogerme como una perra y comenzó a llamarme puta, además quería que yo también lo insultase a él.

Caty se reía mientras decía esto, imaginar la situación la verdad producía risa.

- Antes de pasarle le dejé un buen rato que me insultase llamándome perra, Caty reía abiertamente al decir esto, parecía que le divertía ser una chica mala.

- El otro personaje raro que me he encontrado en Omegle es un señor que quería que le mostrase mis pies desnudos, solo los pies, se los mostré y luego le pasé....

- Parece ser que diste con tipos fetichistas, apuntó el profesor, para el de los insultos obviamente insultarte le producía una gran excitación, sentirse dominante mediante la vejación o la humillación, el fetichista de los pies siente una especial atracción por esa parte del cuerpo...

- Sí eso parece, la verdad es que yo he leído mucho sobre historias de dominio y sumisión en Wattpad, comentó Caty, dejando bastante sorprendido al profesor al decir esto.

- ¿En serio te gustan ese tipo de historias? Yo reconozco que el mundo BDSM no es mi fuerte, no he leído mucho sobre ello.

- Pues yo sí, reconozco que me gusta ese mundo, me atrae y me excita mucho la idea de ser sumisa, los azotes, las cuerdas, que te agarren por el cuello mientras te cogen... todo eso lo encuentro superexcitante...

- ¡Wow! ¡me dejas sin palabras Caty!, tienes delante una persona a la que le encanta lo erótico y lo sensual, además se puede decir que soy un poco "voyeur" y tú eres muy linda y sexy, es sólo decirme que te gusta ser sumisa y ya mi mente empieza a trabajar pensando en cosas que podría hacerte o pedirte...

El profesor sonríe nervioso y continua...

- ¿Querrías ser mi sumisa ahora? ¿Harías lo que te pida?

- ¿Prueba a ver? Respondió desafiante Caty, con sonrisa pícara en sus labios.

Al profesor le parecía la situación increíble, no hay nada más excitante para un voyeur que una mujer sumisa. Todavía sin creérselo del todo lanzó la orden, empezando lógicamente por una petición suave.

La Distancia y el DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora