Llevaba un buen rato aburrido en Omegle, cuando de pronto apareció una chica, José el profesor, como era habitual, no mostraba la cara solo el torso y ese día, además, no podía hablar porque sus compañeros de piso estaban en casa y aunque estaba dentro de su habitación con la puerta cerrada, no quería que le oyeran hablar, en el silencio de la noche y con la mala acústica de la casa, seguro que podrían escuchar todas sus conversaciones, y la verdad, no le apetecía que escucharan el tipo de conversaciones que el profesor mantenía con las chicas que conocía en Omegle...
- Hola ¡qué tal! Me llamo José y soy de España ¿Cómo te llamas?
- Hola, me llamo Andrea, y soy de Ecuador, un gusto..., escribía Andrea en el teclado, por la forma ágil en que lo hacía se notaba que estaba habituada a escribir frente a la computadora.
- El gusto es mío replicó José, - Eres muy linda y muy guapa prosiguió sin más preámbulos, lanzando la primera ráfaga de elogios con el afán de ir ganando la confianza de Andrea.
- Gracias, no puedo decir lo mismo porque no te veo la cara.
- Soy tímido y soy profesor, así que prefiero guardar el anonimato en Omegle...
- ¡Bueno me parece bien! Siempre que no me vaya a mostrar su pene a las primeras de cambio, riendo al decir estas últimas palabras, ambos ríen...
- Tranquila, no estoy tan desesperado..., contestó el profesor.
Andrea vestía jeans de color claro y camiseta de manga larga ancha y a rayas, que podría pasar por la parte de arriba de un pijama, su cabello no muy largo le llegaba hasta los hombros, en su cara unos labios gruesos y bonitos como de muñeca que cuando reía dejaba ver dos grandes dientes, las gafas de pasta negra que llevaba le daban un aspecto de chica estudiosa, un poco tipo empollona, que al profesor le recordaba el personaje de Vilma de Scooby Doo.
- Tienes aspecto de chica estudiosa, prosiguió el profesor para dar conversación.
- Bueno, estudio Psicología en la Universidad y mi principal afición es leer, así que sí, supongo que al tener gafas doy esa imagen que dices, contestó Andrea.
- Me encanta tu imagen Andrea, se ve que eres una chica muy inteligente, y además muy sexy.
Andrea reía, - Sé como soy y créeme, soy de todo menos sexy.
- Siempre me han parecido muy sexy las chicas inteligentes con gafas..., el profesor continuaba desarrollando su estrategia de adulaciones..., - veo que eres delgada, tienes unos bonitos labios y esas gafas te dan, una imagen de chica muy interesante.
- Gracias, ¿no serás de esos que buscan sexcam por aquí verdad? Porque te aviso que yo no estoy buscando eso...
- Tranquila, no voy a pedirte que te desnudes, pero reconozco que viendo lo linda que eres me encantaría que hicieras alguna pose para mí.
-¿Alguna pose? ¿a qué te refieres con poses? Preguntó curiosa Andrea.
- No busco desnudos o sexcam, pero reconozco que me encantaría me hicieras alguna pose con ropa sexy o en ropa interior, me gusta lo sensual y lo erótico, entre mis aficiones está escribir literatura erótica.
- ¿Escribir? ¿eres escritor? Preguntó Andrea claramente interesada en esa faceta de aquel extraño que tenía delante de ella.
- Bueno, solo soy escritor aficionado, no tengo nada publicado, solo algunas historias en Wattpad y alguna obra que presenté a concursos que no gané...
- Qué interesante, contestó Andrea, como dije antes me encanta leer, bueno en realidad puedo decir que los libros son mi pasión.
- Entonces, lo de hacer poses... cómo que no te ves haciéndolas ¿verdad? Volvió a insistir el profesor, en un intento de reconducir el tema a sus intereses.
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La Distancia y el Deseo
ContoEn una sociedad global hiperconectada cada vez son más los que se asoman al mundo a través sólo de las pantallas de sus dispositivos electrónicos. La pandemia global de 2020 y 2021 incrementó este fenómeno haciendo que todo se pudiera hacer de forma...