2. Soulmate marks (-)

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Disclaimer: Naruto y todos sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Notas: Esta es una colección de drabbles sin relación entre sí que decidí escribir como colaboración al SNSmonth2022. Tendrá pequeñas historias tanto Narusasu como Sasunaru, y en cada capítulo indicaré las respectivas advertencias y si es SN o NS.

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Prompt 2: Soulmate marks (-)

Advertencias: Pre-relationship, yaoi, un poco de angst, AU.

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En el instante en que Naruto entró por la puerta, supo que algo andaba mal.

Normalmente, Naruto solía encontrarse de buen humor. Claro, luego de años de conocerlo, Sasuke había aprendido cuando esas sonrisas solían enmascarar diferentes estados de ánimo. Esta vez, sin embargo, el rubio se encontraba visiblemente decaído: hombros caídos, espalda encorvada, ceño fruncido y labios apretados.

Algo definitivamente no estaba bien.

—Ya llegué. —escuchó que decía con voz arrastrada, quitándose los zapatos en la entrada y dejándolos tirados frente a la puerta. Pero Naruto se veía tan desganado que ni siquiera tuvo ganas de reprenderlo por ello.


-.-.-.-


La mente del rubio era un caos. Había demasiadas emociones revoloteando dentro de su cabeza. Tantas, que no se sentía con el valor de encarar a Sasuke, quien obviamente había notado su bajo estado de ánimo. Por eso, se dirigió directamente a su habitación, sintiendo la pesada mirada del pelinegro fija en su espalda.

Se encerró entre esas familiares cuatro paredes y se sentó en la cama, dejando escapar un largo suspiro. Entonces levantó un poco la mano para ver su palma izquierda, donde el dibujo de unas orquídeas lilas estaba grabado en su piel, como recuerdo un lazo invisible permanente a una persona que había conocido ese día.

Cuando una persona conocía a su alma gemela, la imagen de una flor representativa de dicha persona aparecía en la palma de ambos. En su caso, era una orquídea lila y, si era sincero, sí podía ver cómo esa sencilla y elegante flor representaba a la chica de largo cabello oscuro que había conocido esa misma mañana en una cafetería.

La joven, Hinata, como se había presentado, se había mostrado tímida pero emocionada de haberlo encontrado. Sus ojos, del mismo color que las flores en su palma, brillaron con ilusión al verlo. Los de Naruto, por otro lado, probablemente no reflejaron alguna otra cosa que pánico.

La chica le había mostrado su palma, donde el bonito dibujo de un girasol acababa de formarse, y comenzó a hablar de lo feliz que estaba de haberlo encontrado al fin, que siempre soñó con conocer a su alma gemela y que tenía muchas ganas de conocerlo mejor. Luego de eso, Naruto salió de la cafetería con su número en el bolsillo, luego de inventar una excusa de que necesitaba volver al trabajo porque su hora libre había terminado. Una mentira colosal, considerando que trabajaba de noche solo algunos días de la semana.

No podía evitar sentirse mal por la chica. Parecía una buena persona, muy dulce y muy bonita. Y, bueno, suponía que se llevarían bien si se dieran la oportunidad de conocerse, ya que se supone que sus almas se complementaban, pero...

Unos toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.

—Naruto. —escuchó que su compañero de apartamento lo llamaba. — ¿Está todo bien?

SNStober 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora