11. I love you in every universe (-)

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Disclaimer: Naruto y todos sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Notas: Esta es una colección de drabbles sin relación entre sí que decidí escribir como colaboración al SNSmonth2022. Tendrá pequeñas historias tanto Narusasu como Sasunaru, y en cada capítulo indicaré las respectivas advertencias y si es SN o NS.

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Prompt 11: I love you in every universe (-)

Advertencias: Inspirado en un fanart de renges, en Tumblr. Leve mención de heridas, muerte y sangre, pero en serio leve.

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Desde niño tenía esos sueños.

Guerras, batallas, criaturas monstruosas, personas con poderes mágicos sacados de la más loca de las imaginaciones...

Se veía a sí mismo, espada en mano, como si fuera una especie de guerrero. Además, también parecía ser hechicero, por como podía hacer electricidad salir de su mano, o fuego de su boca.

Más que sueños, parecían recuerdos de alguna misteriosa vida pasada. Pero no, eso no tenía ninguna especie de sentido. No existía registro humano del tipo de bestias que había visto, o del tipo de habilidades que las personas en sus visiones parecían tener.

No recordaba nombres y no podía ver rostros. Tampoco escuchaba voces. Bueno, eso no era del todo cierto. Podía escuchar los sonidos de las conversaciones, pero no comprendía ninguna de ellas. Era como si todos fueran simples fantasmas, aunque algunas personas tenían facciones un poco más definidas que otras. Aquellos con facciones más definidas eran quienes más aparecían en sus sueños, pero ninguno tenía una cara lo suficientemente clara como para poder reconocerlos.

Todos excepto uno.

Sasuke podía ver la profundidad de un par de ojos azules, como si fueran lagunas que reflejaban el mismo cielo. También podía contar cada cabello, de un dorado brillante, revuelto y descuidado como su dueño. Una sonrisa, cálida, tan cálida...

No podía recordar su nombre, por más que lo llamara en sueños. Siempre, al despertar, este desaparecía de su consciencia como si nunca hubiera estado ahí en primer lugar.

De lo único que estaba seguro era que lo había amado como pocas veces se puede llegar a amar a alguien. Tanto, que sentía ese amor perdurar y estrujar su pecho cada que pensaba en él.

Era ridículo.

Querer a una persona que no conocía, que ni siquiera podía asegurar que era real, era simplemente una locura. Sin embargo, su corazón no podía cambiar de opinión. Sentía como si fuera un lazo que sobrepasaba los límites del tiempo y el espacio, por más descabellado que sonara eso. Y lo hacía sentirse perdido, porque no tenía manera de encontrar a la persona del otro lado de ese vínculo.

Había intentado hablar de sus sueños antes, con su hermano, con su madre, pero ninguno de ellos parecía comprender.

Son sueños, solo eso. Desaparecerán pronto. —le había dicho su madre al notar su angustia.

Tal vez estás recordando alguna vida pasada. —bromeó su hermano mayor una vez.

Pero los sueños no desaparecían. A veces se repetían, a veces le mostraban algo nuevo, pero continuaban con frecuencia. Era como si quisieran recordarle que había algo más de sí mismo que no estaba del todo perdido, que tenía algún asunto pendiente y por eso no podía dejarlo ir, o como si todo fuera un acertijo que debía resolver.

Sasuke no tenía idea de cómo encontrar las respuestas. Probablemente nunca las tendría. O al menos eso creyó hasta la noche antes de su cumpleaños número dieciocho.

Por primera vez en su vida, uno de sus sueños fue claro e inconfundible.

Podía verse a sí mismo, pero mayor. Tal vez de unos cuarenta años. Vestía ropas simples y oscuras, con una capa sobre sus hombros y una espada en su cintura. El cabello le tapaba la mitad del rostro, pero no parecía molestarle.

Estaba herido, cubierto de sangre. Era evidente que solo le quedaban algunos minutos de vida, que sus ojos no verían el próximo amanecer.

A su lado estaba él. Parecía tener su misma edad, y estaba en sus mismas condiciones. El cabello rubio teñido de carmesí, pero sus ojos tan brillantes como un cielo despejado. Llevaba una chaqueta naranja, la camisa debajo de esta manchada de sangre. Tampoco sobreviviría mucho tiempo, pero lucía demasiado tranquilo para un hombre al que le quedaban solo instantes de vida.

—Tal vez esta vida no fue la ideal, pero lo hicimos bien, ¿no lo crees, bastardo? —pronunció y, por primera vez, pudo entender lo que esa voz decía. Sasuke no le contestó, pero su único ojo visible lo buscó. —Tal vez la próxima vez pueda ser mejor.

— ¿Estás tan seguro de que habrá una próxima vez?

El rubio rio.

—La habrá. Porque no importa el tiempo o el espacio, voy a encontrarte. Te amaré en cada vida y en cada universo. —cerró los ojos, sin dejar de sonreír. —Es una promesa.

—Hn. —el pelinegro también sonrió. —Usuratonkachi.

Cuando abrió los ojos a la mañana siguiente, estaba llorando. Las lágrimas empapaban sus mejillas sin siquiera estar consciente de ello.

Te amaré en cada vida y en cada universo.

Y Sasuke le creía. No solo confiaba ciegamente en sus sentimientos, sino en su promesa de encontrarlo algún día.

—También te amo, usuratonkachi...

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N/A: Este drabble está inspirado en el arte de renges en Tumblr. Les dejo el enlace:

https://renges.tumblr.com/post/675174858294001664/sooooo-i-havent-posted-in-a-while-at-least-on

SNStober 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora