Aguacate

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Hyunjin le dio una calada a su cigarro estando recargado sobre el frio mural de ladrillo en un oscuro y frio callejón cualquiera de Corea.

Odiaba fumar, pero odiaba más la sensación no hacerlo. Sin embargo, lo que más detestaba era el regaño que siempre recibía de su Felix.

Dejó salir el humo por sus labios cuando escuchó unos pasos aproximarse hacia él. El alfa se incorporó bien, dejando la fría pared a un lado para mirar al sujeto que se acercaba a paso decido hasta él.

—¿Lo conseguiste? —preguntó el pelilargo dando otra calada.

—Como me lo pediste —dijo el moreno sonriendo orgulloso mientras alzaba el maletín de piel oscura y se lo entregaba a Hyunjin, el cual en ese momento le entregó un fajo de billetes al mismo tiempo que recibía el maletín.

El moreno contó el dinero con practica mientras el pelilargo abría el maletín dejando expuesto diez aguacates perfectamente acomodados.

—Perfecto Changbin, tal y como te lo pedí.

El alfa moreno sonrió de lado mientras se recargaba en el mural al lado de Hyunjin apunto de tomar el cigarro del pelilargo, pero deteniéndose en ese momento por la mirada de advertencia de este.

—¿Sabes qué podías conseguirlos en el mercado, cierto?

Hyunjin frunció el ceño. —Mi omega quiso aguacates, y le daré los mejores aguacates. No esos contaminados por todas las personas que compran ahí.

Changbin alzó sus manos en señal de paz. —Claro, como tú quieras —Hyunjin cerró el maletín mientras tiraba su cigarro al piso y lo pisaba —. Se te echa de menos en el negocio ¿volverás algún día?

—No, esa vida ya no es para mí. Y menos para mis cachorritos y omega.

Chasqueó la lengua. —Quien hubiera imaginado que terminarías así.

Se cruzó de brazos acercándose peligrosamente a Changbin mirándolo fijamente. —¿Así cómo?

—Uhm... nada, nada.

Sonrió de lado con sorna. —Eso pensé —se separó—. Diles a todos que jamás volveré. Por cierto, gracias por el favor, cuídate mucho.

—Igual Hyunjin, sabes que aquí tienes un amigo.

Se estrecharon las manos. —Lo sé.


Hyunjin inhaló el agradable aroma de su casa cuando llegó, era perfecto; con todas las esencias de sus personas favoritas combinadas.

—¡Papi llegó! —gritó Ni-ki corriendo hasta el pelilargo

Hyunjin bajó rápidamente su maletín para poder recibir a su hijo en brazos cargándolo en el aire. —Hola lindo cachorro —saludó el pelilargo dejándole un beso tronado en la frente para después maniobrar y poderse quitar su cazadora con Ni-ki en brazos, finalmente colocando el abrigo en el perchero de la entrada.

Ni-ki estuvo a punto de hablar, pero fue interrumpido por su melliza.

—Shhhh —chistó Yeji entrando en la estancia—. Mami duerme.

Ambos alfas asintieron repetidas veces con Ni-ki cubriéndose su boca con sus dos manitas preocupado por haber hecho mucho ruido con anterioridad.

Hyunjin se agachó un poco para también poder recibir a su princesa en brazos, la cual aceptó muy gustosa la invitación siendo también alzada en los brazos de su padre.

—¿Dónde fuiste, papi?

—Fui a comprar unas cosas para mami.

—¿Mami otra vez con an-antojos? —preguntó Ni-ki batallando un poco en prenunciar la última palabra.

All for you  ⚛ hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora