𝗝𝗡𝗦» Jisoo había amado a Jennie desde que era una niña, no querida ni deseada por todos los demás. La azabache era voluble y fogosa, la pelinaranja era inquietante y distante, y no estaban de acuerdo en mucho.
Pero tenían una cosa en común: realm...
—Jennie todavía te ama, ¿sabes?—, murmuró Taeyeon después de la próxima cena de los Kim, mientras Jisoo la ayudaba a limpiar la cocina.
La azabache se balanceó contra el mostrador, sus manos se curvaron en la superficie de mármol y su corazón estaba pesado.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque la forma en que te mira no ha cambiado—, dijo la mujer, —es la misma mirada que tenía cuando tenía catorce años y me dijo que se iba a casar contigo. La crié desde que era una niña, y nunca la había visto mirar a nadie de la forma en que te mira a ti.
Jisoo frunció los labios, una tristeza arremolinándose en la boca del estómago.
Supuso que Jennie siempre la había mirado diferente.
Cuando Jennie tenía ocho años y ella cinco, la pelinaranja la miraba como si quisiera protegerla.
Jennie siempre la mantuvo a salvo y se aseguró de que no se metiera en problemas. La amaba como a una hermana, una amiga, una cercanía que se transformó en algo más cuando llegaron a la adolescencia. Luego, Jennie la miraba como si fuera algo precioso, algo que inspiraba asombro.
Jennie nunca había dejado de mirarla de esa manera.
—Me siento tan perdida, Taeyeon—, susurró Jisoo entonces, y finalmente, finalmente, se permitió llorar.
Era como si se hubieran abierto las compuertas, algo embriagador e intenso, y Taeyeon suspiró antes de abrazarla.
Jisoo lloró en silencio sobre su hombro durante un par de minutos antes de que la mujer mayor hablara.
—¿Recuerdas cuando Baekhyun estuvo en el hospital hace unos años?—, ella preguntó, —¿cuándo tuvo ese ataque al corazón?
Jisoo olfateó lastimeramente y asintió.
—Por un minuto, pensamos que lo íbamos a perder, así que dije todo lo que quería decir.
Jisoo retrocedió, mirándola con ojos llorosos.
—Jisoo, en ese momento no quieres que nada se quede sin decir—, Taeyeon dijo ferozmente, apretando sus manos, —le dije que tenía miedo, que no creía que pudiera hacer esto sin él. Me dijo que podía, que yo era la persona más fuerte que había conocido. Le agradecí por siempre ser capaz de hacerme reír, y él me agradeció por nuestros hijos y... simplemente nos sentamos allí hablando sobre cuánto nos queríamos.
Otro sollozo brotó de la garganta de Jisoo. Siempre había imaginado que serían ella y Jennie, que envejecerían juntas, que serían otra pareja como Baekhyun y Taeyeon, siempre una al lado de la otra.
—Es muy importante decir estas cosas mientras puedas—, susurró Taeyeon, —porque solo tienes una vida... y cuando se acaba, se acaba y ya.
—Todavía la amo—, dijo Jisoo y admitirlo en voz alta fue como si le hubieran quitado una piedra de molino alrededor del cuello. —Nunca dejé de hacerlo. Pero estamos tan destrozadas que no sé si podremos encontrar el camino de regreso.
—Tú puedes—, insistió la mayor, —pasaste por algo horrible y te perdiste en el camino. Solo necesitas recordar lo que amabas en primer lugar, lo que amaban juntas, porque no trabajas sola en esto. No es fácil, Jisoo. No debería serlo. Si es fácil, no tienes motivos para intentarlo, y si no tienes motivos para intentarlo, no lo hagas.
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